miércoles, noviembre 10, 2004

Manifiesto por el arte.

Antes de iniciar el embrollo de hacer las maletas pensé agradecer el saludo de Malle, Angeles, Ger y Jccortes. Hablé por telefono a Tepic y me dijeron que habían hecho circular un pequeño manifiesto que escribí la vez anterior en Puebla cuando anduve con Lenin recorriendo de madrugada la ciudad después del recital para tomar algunas fotografías. Reproduzco el manifiesto, porque me han dicho que Tepic es la ciudad de los poetas o al menos es el slogan pubicitario del presidente municipal.


El epazote no solo existe en las banquetas
-Manifiesto por el arte-

No respetamos ningún ISMO

No respetamos ningún género literario

No respetamos los límites de los diversos géneros del arte, no hay tal límite
No respetamos los derechos de Autor

No respetamos la autoría ni la inalienabilidad de la obra artística

No respetamos a los individuos como autores con derecho a propiedad privada intelectual o artística,

no hay tal derecho

No aceptamos la obra de arte intocable, ninguna obra es intocable

No condenamos las drogas, ni el alcohol, ni las alucinaciones.

Respetamos las decisiones de los individuos para suicidarse y de anunciarlo como les venga en gana

Respetamos la vida y la muerte

Respetamos el humanismo

Respetamos el derecho a la vida y a la muerte, son inalienables

Respetamos a los sujetos virtuales, imaginarios, invisibles, anónimos, extraterrestres

Respetamos todo exceso en pos del arte

Toda expresión artística vive por sí misma, tiene vida

Los limites de la creatividad son desconocidos, difusos, vagos, intensionales, borrosos,
maravillosos, catatónicos, deliciosos, explosivos

Toda obra de arte se modifica con el tiempo

La Poesía basura (o light) es arte efímero, existe un arte efímero

La Poesía Pobre no tiene autores, solo poemas, se gesta, pero no
únicamente, en el ciberespacio, en las lecturas de Poesía callejera,
en las aulas de Filosofía y Letras, en los Bares, en los cafés
culturales, en la radio, el periódico, las publicaciones
artísticas y literarias.

Liberémoslo todo, dejémoslo todo, trepanemos nuestras cabezas y re-escribámoslo todo nuevamente.

Generemos una nueva forma de arte, no solo literaria

El epazote no sólo existe en las banquetas.

Edgar Altamirano,
Casa del Escritor, Puebla, Pue.
10 de octubre de 2004.

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