Chafeando
Estoy a punto de tronar debido a todas las cosas pendientes que se han acumulado y los lios de todo tipo provocados inadvertidamente en muchas partes. Cuando uno esta a punto de tronar se dice que estas al filo de la navaja, con el cerebro atiborrado y la mente omnubilada en completa tension y stress que no puedes ocultar. Se te quita el hambre y el sueño y las ganas de charlar sobre cualquier cosa y menos aún encontrarte con nadie. Se te da mejor el encerrarte y tumbarte en la cama con la mente vacía mientras los problemas se agolpan y las tareas pendientes se suben arriba de tí y te chingan dando de brinquitos en tu cabeza de piedra y solo recuerdas aquel poema "Duele la muerte de otros" que llegaste a escribir en un momento similar a este pero más hondo. Ahora no estoy para escribir poemas, el dolor de cabeza asoma un poquito y pronto estallará entonces volaré a buscar una pastilla que no será suficiente y vendra mi mujer a enojarse conmigo de las cosas que nunca entiende.
Cuando estás estresado y escribes un poema sabes que valio la pena pero si no estas para maldita la cosa sabes que es un laberinto sin esperanza de nada. Así me siento un poco hoy, pero ni es la primera vez ni será la última, desconsolado y atorado sin querer ver a nadie y pensar en que todo esto pasara de nuevo y dejarás de sentirte presionado y tenso como la chingada. Es en este tipo de estado emocional cuando entiendes a los suicidas japoneses y a los poetas suicidas. Y te preguntas porque carajo no puede uno hacer lo mismo.