Tracy creció en una granja de cerdos en Iowa,
tenía un fino oído en la música y podía reconocer
al intérprete de cualquier canción que se escuchara
en la radio.
Encontró solaz en la música, tocaba el piano y oboe,
se unió a una banda de jazz y cantaba en funerales
y en bodas.
En 1991 se trasladó a California para estudiar en el
Conservatorio de Música de San Francisco.
Cuando se trataba de sus objetivos, era una mujer
compulsiva.
Lea viajó por el mundo, adoró la cocina y podía conversar
en seis lenguajes.
Estuvo inmersa en su trabajo como programadora de
equipos de cómputo, directora de música en dos iglesias
y también como maestra de piano.
Apreciaba la enseñanza a los niños y buscaba siempre
la perfección, quería más de sí misma.
Una tarde en invierno, a la edad de 35 años,
guiaba sobre el Golden Gate con el avío
de la compra en el asiento trasero,
entonces detuvo el auto, corrió hacia la barandilla
del puente y saltó.
miércoles, junio 28, 2006
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario