En el supermercado las mujeres iban y venían
hablando entre sí de los precios de la carne
se mostraban nerviosas
volvían a los mismos pasillos
hablaban de psicología
"los pasillos debían ser mas amplios,
producen claustrofobia"
conversaba con mi pequeña hija
le mostraba las virtudes de una comida sana
metíamos refrescos, jamón, queso grouyere,
vino tinto, pan
de la sección de libros
una edición sobre poetas franciscanos
en el siglo XIII;
leíamos las etiquetas de todos los comestibles
nos divertíamos muchísimo;
empujaba el carrito de la compra
esquivando familias completas
bisabuelas con bisnietos
caníbales con niños
lomos de cerdo
atún
cabezas de locos humanos
encajadas en las picas de la carnicería
mujeres muy guapas con vestidos coquetos
perros aristócratas
mi pequeña hija y yo
subimos los comestibles a la cajuela del auto
se acabó la diversión
estacioné el automóvil afuera de casa
y comencé a bajar las bolsas de la compra
solo hasta entonces me dí perfecta cuenta
de que yo no tengo ninguna hija.
domingo, julio 23, 2006
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