miércoles, agosto 23, 2006

Los infrarrealistas han muerto

Estoy muerto. Y los infrarrealistas han muerto también.
Los poetas han formado un Sindicato para exigir sus
derechos.
Por ejemplo, todo poeta que cuente con un libro
avalado por la Asociación de Escritores, tiene derecho
a exigir su publicación por el Estado.
Los poetas tienen prioridad en solicitar ciertos empleos.
Por ejemplo, velador de un departamento de oficinas.
Derecho a tarjetas de crédito. Derecho al amor.
A una cierta cantidad de droga en la bolsa.
Créditos flexibles para vivienda.
Cambio de sexo. Regreso de cambio de sexo.
Computadoras gratis. Computadoras gratis.
Cuidar la luna. Charlar con un poste.
Crédito en los prostíbulos. Derecho a misa
A desnudarse en el parque una vez por semana.
Masturbación gratuita. Todo poeta puede creer
que es un genio. Que es el mejor de todos los
creadores. Hasta su propia muerte.
Los infrarrealistas no están en Alcoholicos Anónimos.
Solamente han muerto. Los puedes encontrar en las calles.
En las cervecerias. En los fumaderos de opio.
En los desiertos donde hay peyote.
Aspirando cocaina.
O leyendo poemas. En algún sitio donde lean poemas.
Solamente están muertos. Con la misma ropa de siempre.
Viajan en bicicleta para robar la Revista Letras Libres.
No logran mantener el equilibrio. Conducen taxis fantasmas.
Taxis tolerados porque los choferes están muertos.
Los infrarrealistas han muerto. Puedes buscar alguno
y llevarlo de llavero. En el momento menos pensado
iniciará un recital de poemas
en voz muy alta.
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