Encontré a mi mujer
golpeando su cabeza
contra la pared
como si fuera un martillo
¡Espera! -dije alarmado
estás sangrando,
vas a romperte la cabeza;
pero ella insistió
parecía un martillo
golpeando su cerebro.
No está bien que lo hagas -insistí
vas a despertar a los vecinos
con ese ruido nervioso
pero ella siguió encorvada
golpeando su cabeza
¡oh no!
ella va a morir (pensé)
no queda más remedio
que ocuparme en los asuntos
de la defunción:
buscaré los documentos de mi esposa
del seguro
el testamento
no encuentro nada
pero mi esposa seguía golpeando
su cabeza contra el muro.
miércoles, diciembre 27, 2006
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1 comentario:
Acaso el dolor intenso, el sufrimiento, la impotencia de decir algo la hacían provocarse un dolor físico fatal para querer superar el dolor que sentía dentro?
Desde Perú...
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