El autobús de los bomberos
se detuvo frente a mí;
caramba, el conductor
parece ser amable
se detuvo para que yo
pudiera atravesar la calle
una calle muy salvaje
pero no; salió presuroso
de la cabina y comenzó
a correr, alejándose de todo,
como un velocista despavorido;
entonces ví debajo, en la
rueda trasera izquierda
un hombre atorado
todo torcido
enredado de una manera muy
extraña, parecía de chicle
"¿qué hace usted allí?"
le pregunté,
"ésto solo lo he visto en las
noticias"
su sangre estaba esparcida
en las llantas, en la calle,
en las ropas, en el cofre;
poco a poco asomaron los
curiosos, oímos una ambulancia,
el difunto no quería responder
a las preguntas
"¿cómo se metió allí?"
"¿quiere dejar algún recado?"
"¿hablar por teléfono?"
"¿desea declarar antes de que
lleguen los peritos?"
"¿un vaso de agua?"
ok.
jueves, septiembre 06, 2007
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