Fuí a una reunión donde
una mujer encantadora
apareció con un hombre
gordo y grasoso
la mujer se apoderó de
la reunión y atrajo todas
las miradas
yo en lo particular no podía
sustraerme a tal encanto
estaba sentado justo frente
al hombre que no paraba de
tomar alcohol en todas sus
versiones, hasta que se puso
rojo y comenzó a sudar a chorros
él sabía que yo no quitaba la vista
de su esposa
pero era imposible intentar quitar
la vista de su esposa
conforme pasaba el tiempo y los tragos
de alcohol aumentaban
se volvía definitivamente imposible
quitar la vista de su esposa
ella se ofreció a servir galletas y
algunas copas de licor dulce
accedíamos a todo con tal de que pasara
por las mesas e inclinara su lindo
cuerpecito regalándonos sonrisas
el hombre gordo y seboso sabía de todo
esto
era como un festín de lobos o una orgía
con las miradas
y la chica sonreía y hablaba como un ángel
y juro por el infierno que no sospechaba
lo que todos los hombres en la reunión
estábamos viviendo.
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