Los diputados gordos desfilan en pijamas,
levantan con sus manos carteles de protesta
por el hambre del mundo, por la injusticia en el mundo.
Los diputados gordos bajan de sus vehículos blindados
con vidrios polarizados, protestan por la injusticia
en el mundo, por la pobreza en el mundo.
Los diputados gordos discuten problemas del gobierno,
en restaurantes lujosos, muy bien protegidos
por hombres armados, saborean deliciosos manjares.
El pueblo cena diputados gordos, escenas de la revolución
francesa vuelven a mi mente, vuelven al espíritu;
cada cien años, los humos de la revolución,
agitan nuestros corazones, no más, no más,
no soportamos más, a los gobernantes injustos.
domingo, abril 20, 2008
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