Él estaba en una esquina
con dos perros
cargando costales
y botellas vacías
de lejos veíamos:
parecía inmóvil,
un pobre hombre
vagabundo miserable;
bajábamos del monte
por una calle estrecha,
me detuve, y subió a
nuestro viejo cacharro;
alimenté a los perros
y a él le dimos
comida caliente
lo llevé al curandero:
"solo parece agotado"
arreglamos una ducha fresca
y ropa nueva de cama
el pobre hombre padece
discapacidad mental
vive en las calles
y recorre caminos.
Hoy estaba en la esquina,
me reconoció
y lo llevamos a casa.
Él es mi hermano,
mi hermano,
mi hermano del alma.
domingo, abril 27, 2008
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario