Este dibujo, lo realizó mi hermano
guiado por sus dedos torpes,
desgastados, sucios, moribundos.
Estuvo también en el sofá
mirando el televisor
diez horas, doce.
Se tomó una ducha fría
cambió sus ropas
comió con apetito
no importaba
que tuviese dientes rotos.
Después durmió diez horas, doce.
Se paró al amanecer
un poco triste;
tomó los costales de basura
desamarró a los perros
y ensartó sus agujetas.
Partió al alba,
"no volveré, simplemente".
Recorre caminos, pueblos, ciudades,
durmiendo a la intemperie.
"Los ricos me tienen envidia".
Alguna vez, lo dijo.
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