domingo, agosto 31, 2008
En contra del suplemento cultural de La Jornada
Mientras observo la ciudad de Bogotá
pienso en el suplemento cultural de La Jornada
un folletín mal intencionado, despreciable
que afortunadamente los poetas jóvenes
han rebasado e ignorado.
El sello de los nuevos tiempos
genera redes sociales de poetas
que son ignoradas como antaño
por los grupos de escritores
que han mamado siempre
en las tetas del poder.
En el pasquín cultural de La Jornada
piensan que aún pueden engañarnos
mas no es así,
los lectores y poetas no son tontos
ahora escriben los nuevos Poemas
en un movimiento silencioso,
la Poesía de nuestro siglo.
sábado, agosto 30, 2008
martes, agosto 26, 2008
Max Rojas
Max Rojas llega
a la plaza de Aztahuácan
fumando sus Delicados
con dos libros suyos
y le ofrecen pulque
Max tose tose tose
Su libro es un fractal
él mismo es un fractal
aparece desaparece
su nombre es la biblioteca
resplandece como cigarrillo
lo conoce toda la gente
Mónica Gameros, pero
Max Rojas lee Poesía
solo utiliza algunas comas
en un libro interminable.
a la plaza de Aztahuácan
fumando sus Delicados
con dos libros suyos
y le ofrecen pulque
Max tose tose tose
Su libro es un fractal
él mismo es un fractal
aparece desaparece
su nombre es la biblioteca
resplandece como cigarrillo
lo conoce toda la gente
Mónica Gameros, pero
Max Rojas lee Poesía
solo utiliza algunas comas
en un libro interminable.
Max Rojas
viernes, agosto 22, 2008
lunes, agosto 11, 2008
domingo, agosto 10, 2008
¿Para qué sirve un verso?
Sirve para limpiar los zapatos
empuñar el fusil / matar una rata
morder una víbora cascabel
partir el estómago de la iguana.
Sirve para limpiar las ideas
un verso se usa para circular
el virus del SIDA / también
para limpiar la tierra del infierno.
Sirve para escupir
en la boca del amante
en los poetas protegidos
por las oficinas de gobierno.
Sirve para leer poemas
vomitar la cerveza
ir a Colombia
arrojar los dientes.
Maldecir gobiernos
desaparecer sistemas económicos
decir no a la injusta distribución
de la riqueza.
Para eso y mucho más
sirven los versos.
empuñar el fusil / matar una rata
morder una víbora cascabel
partir el estómago de la iguana.
Sirve para limpiar las ideas
un verso se usa para circular
el virus del SIDA / también
para limpiar la tierra del infierno.
Sirve para escupir
en la boca del amante
en los poetas protegidos
por las oficinas de gobierno.
Sirve para leer poemas
vomitar la cerveza
ir a Colombia
arrojar los dientes.
Maldecir gobiernos
desaparecer sistemas económicos
decir no a la injusta distribución
de la riqueza.
Para eso y mucho más
sirven los versos.
¿Para qué sirve un verso?
¿Debe enseñarse la poesia de Darwish en las Escuelas?
"Mahmoud Darwish is a national poet who incited against Judaism and Zionism. I am afraid [teaching his poetry] would arouse sentiments against Zionism, Judaism and the country," said Orlev, also the former chair of the Knesset Education Committee. "We must not be bleeding hearts. There are red lines that must never be crossed and he crossed the line."
Mahmoud Darwish es un poeta nacional (palestino) que incitó en contra del Judaismo
y el Sionismo. Me temo que generaría sentimientos en contra del Sionismo, Judaismo y
nuestro país (Israel). -dijo Zevulun Orlev, ex-primer ministro de educación en Israel.
Ver la nota completa
Mahmoud Darwish es un poeta nacional (palestino) que incitó en contra del Judaismo
y el Sionismo. Me temo que generaría sentimientos en contra del Sionismo, Judaismo y
nuestro país (Israel). -dijo Zevulun Orlev, ex-primer ministro de educación en Israel.
Ver la nota completa
¿Debe enseñarse la poesia de Darwish en las Escuelas?
El Infrarrealismo en Pagina 12 -RADAR- Argentina
La pandilla salvaje
A principios de los años ’70, en México DF, un grupo de jóvenes poetas expulsados de la universidad, herederos del aliento vital de los beatniks, de la libertad subversiva de las vanguardias europeas, de la renovación latinoamericana y de la derrota revolucionaria, irrumpió en la escena de las letras con un lema que iba por todo: “Volarle la tapa de los sesos a la cultura oficial”. Años después, Roberto Bolaño, uno de los fundadores de aquel Movimiento Infrarrealista, lo mitificaría con justicia, crudeza y lirismo en su novela Los detectives salvajes. Ahora, la edición de Jeta de santo (Fondo de Cultura Económica), una antología de poemas de Mario Santiago Papasquiaro, en quien está inspirado el personaje del gran Ulises Lima, es la excusa para contactarse con los otros miembros del grupo y reconstruir la historia de aquel aullido que proponía unir a Rimbaud con Marx para cambiar el mundo y la vida al mismo tiempo.
Lea el reportaje completo en Pagina 12 – RADAR
(10 agosto 2008)
A principios de los años ’70, en México DF, un grupo de jóvenes poetas expulsados de la universidad, herederos del aliento vital de los beatniks, de la libertad subversiva de las vanguardias europeas, de la renovación latinoamericana y de la derrota revolucionaria, irrumpió en la escena de las letras con un lema que iba por todo: “Volarle la tapa de los sesos a la cultura oficial”. Años después, Roberto Bolaño, uno de los fundadores de aquel Movimiento Infrarrealista, lo mitificaría con justicia, crudeza y lirismo en su novela Los detectives salvajes. Ahora, la edición de Jeta de santo (Fondo de Cultura Económica), una antología de poemas de Mario Santiago Papasquiaro, en quien está inspirado el personaje del gran Ulises Lima, es la excusa para contactarse con los otros miembros del grupo y reconstruir la historia de aquel aullido que proponía unir a Rimbaud con Marx para cambiar el mundo y la vida al mismo tiempo.
Lea el reportaje completo en Pagina 12 – RADAR
(10 agosto 2008)
El Infrarrealismo en Pagina 12 -RADAR- Argentina
sábado, agosto 09, 2008
Un poema de Mahmud Darwish (Palestina)
"Él está tranquilo"
-Mahmud Darwish (Palestina, 1941-2008)
(BABELIA - 06-05-2006)
Él está tranquilo, yo también
sorbe un té con limón
bebo un café,
es lo único que nos distingue.
Él lleva, como yo, una camisa amplia a rayas
yo hojeo, como él, los periódicos de la tarde.
Él no me ve cuando miro de reojo,
yo no le veo cuando mira de reojo,
él está tranquilo, yo también.
Pregunta algo al camarero,
pregunto algo al camarero...
Una gata negra pasa entre nosotros,
acaricio su noche
acaricia su noche...
Yo no le digo: está despejado,
el cielo está muy azul.
Él no me dice: está despejado.
Él es el observado y el observador
yo soy el observado y el observador.
Muevo la pierna izquierda
mueve la pierna derecha.
Tarareo una canción,
tararea una canción parecida.
Pienso: ¿es el espejo en el que me veo?
Luego le miro a los ojos,
pero no le veo...
Abandono el café aprisa.
Pienso: quizá sea un asesino, o quizá
uno que habrá pensado que yo soy un asesino.
Él tiene miedo, ¡y yo también!
-Mahmud Darwish (Palestina, 1941-2008)
(BABELIA - 06-05-2006)
Él está tranquilo, yo también
sorbe un té con limón
bebo un café,
es lo único que nos distingue.
Él lleva, como yo, una camisa amplia a rayas
yo hojeo, como él, los periódicos de la tarde.
Él no me ve cuando miro de reojo,
yo no le veo cuando mira de reojo,
él está tranquilo, yo también.
Pregunta algo al camarero,
pregunto algo al camarero...
Una gata negra pasa entre nosotros,
acaricio su noche
acaricia su noche...
Yo no le digo: está despejado,
el cielo está muy azul.
Él no me dice: está despejado.
Él es el observado y el observador
yo soy el observado y el observador.
Muevo la pierna izquierda
mueve la pierna derecha.
Tarareo una canción,
tararea una canción parecida.
Pienso: ¿es el espejo en el que me veo?
Luego le miro a los ojos,
pero no le veo...
Abandono el café aprisa.
Pienso: quizá sea un asesino, o quizá
uno que habrá pensado que yo soy un asesino.
Él tiene miedo, ¡y yo también!
Un poema de Mahmud Darwish (Palestina)
viernes, agosto 08, 2008
Los Juegos Olímpicos
El martes saldré para Colombia
El escritor contemporáneo escribe
como redactando avisos económicos
Los viejos no entienden que estamos
hartos de la influencia de Rubén Dario
Bueno, ellos han negado tres veces a
los movimientos duros
La historia de la Poesía es la historia
de la infamia: los poetas galardonados
promueven a otros poetas que serán
galardonados
y así sucesivamente
La historia de la Poesía es la historia
de los Poetas que maman del poder político
pero también es la historia de los
poetas rebeldes que no han dejado de
chingar a los mafiosos
así, surgen cada día nuevos poetas
jóvenes mafiosos
académicos, publirrelacionistas
hacedores de currículums
ganadores de becas
escriben para agradar /
agradan para escribir;
ni Roberto Bolaño se salva /
ni los deudos de Mafio Santiago /
ni los sobrevivientes de los movimientos
anarquistas poéticos
no se salva nadie
ni yo / ni tú
más nos valdría /
morir inéditos.
El escritor contemporáneo escribe
como redactando avisos económicos
Los viejos no entienden que estamos
hartos de la influencia de Rubén Dario
Bueno, ellos han negado tres veces a
los movimientos duros
La historia de la Poesía es la historia
de la infamia: los poetas galardonados
promueven a otros poetas que serán
galardonados
y así sucesivamente
La historia de la Poesía es la historia
de los Poetas que maman del poder político
pero también es la historia de los
poetas rebeldes que no han dejado de
chingar a los mafiosos
así, surgen cada día nuevos poetas
jóvenes mafiosos
académicos, publirrelacionistas
hacedores de currículums
ganadores de becas
escriben para agradar /
agradan para escribir;
ni Roberto Bolaño se salva /
ni los deudos de Mafio Santiago /
ni los sobrevivientes de los movimientos
anarquistas poéticos
no se salva nadie
ni yo / ni tú
más nos valdría /
morir inéditos.
Los Juegos Olímpicos
martes, agosto 05, 2008
Me casé con una maceta
Me casé con una maceta de barro.
La maceta es melindrosa y muy delicada.
Por las mañanas muy temprano riego sus plantas.
Y acaricio los bordes.
Y le hablo al oído.
Y le digo que me gustaría que ella criara un
hinojo.
Y le cuento las noticias de lo que sucede
en el mundo.
Le hablo de la maldad que hay en el planeta
y los hombres.
Le cuento mis incertidumbres:
cuando voy al supermercado encuentro mujeres
mayores, muy arregladas,
guiando torpes un automóvil muy nuevo.
¿porqué ellas tienen un mejor auto que el mío?
si yo soy más inteligente y trabajo mejor
soy noble y ayudo a la gente
enseño a los chicos.
Estas señoras entran al salón de belleza
pasan al café, charlas de mediodía
con otras mujeres iguales a ellas.
¿porqué ellas tienen una mejor vida que yo?
Me casé con una maceta de barro.
La maceta es melindrosa y muy delicada.
Por las mañanas muy temprano riego sus plantas.
Y acaricio los bordes.
Y le hablo al oído.
Y le digo que me gustaría que ella criara un
hinojo.
Y le cuento las noticias de lo que sucede
en el mundo.
Le hablo de la maldad que hay en el planeta
y los hombres.
Le cuento mis incertidumbres:
cuando voy al supermercado encuentro mujeres
mayores, muy arregladas,
guiando torpes un automóvil muy nuevo.
¿porqué ellas tienen un mejor auto que el mío?
si yo soy más inteligente y trabajo mejor
soy noble y ayudo a la gente
enseño a los chicos.
Estas señoras entran al salón de belleza
pasan al café, charlas de mediodía
con otras mujeres iguales a ellas.
¿porqué ellas tienen una mejor vida que yo?
Me casé con una maceta de barro.
Me casé con una maceta
lunes, agosto 04, 2008
sábado, agosto 02, 2008
Un poema de Alejandro Aura
Casa demolida
Del viejo señorío sólo quedan estos viejos escombros que veo
y que celebro.
Aquí habrá estado la sala donde se recibía
(alguien aparecía con el servicio del té),
se hablaba en esta sala, de seguro, de los caminos del tiempo;
alguna mano rozó alguna mejilla,
alguna mirada rozó el lindero del silencio
y se concertaron almas con encanto.
Se habrán tratado también asuntos de negocios,
herencias, ires y venires de otras propiedades,
cuestiones entre caballeros,
damas en juego…
Me acuerdo de las plantas que escurrían por las ventanas
y de las que subían y bajaban por la fachada,
las trepadoras y las buganvilias.
Yo por aquí pasaba:
las rodillas raspadas, el cabello corto,
el miedo a los fantasmas,
el amor al diablo y el temor a Dios.
No se veía la gente de esta casa.
En esa parte llena de escombros
pudo haber estado el comedor
con una mesa de roble al centro,
y a la pared, una vitrina grande con las cristalerías;
quizás la familia tenía escudo de armas
que presidiera las horas de los sagrados alimentos.
En aquella otra parte, una escalera
(la ascención, la ascención, mis soledades)
que habrá llevado a donde esos pedazos de muro tapizado
lucían en su sitio, cobijando;
alguna vez abrieron la ventana
y vi ese tapiz en la pared de la recámara
y un gran espejo ovado;
allí se cumplirían amores,
conciertos de soledades espejeadas,
rompimientos y ayuntamientos de almas.
En esta y otras recámaras de la casa
habrán nacido, crecido, amado y muerto
dos o tres generaciones.
Yo recogía las buganvilias para el té.
Era muy antigua mi infancia.
La casa está demolida;
en unos días más
se llevarán todo el cascajo,
las armazones de las ventanas,
el bidet roto,
las tuberías semipodridas
que se arrojan como periscopios a la luz.
Del viejo señorío sólo quedan estos viejos escombros que veo
y que celebro.
Aquí habrá estado la sala donde se recibía
(alguien aparecía con el servicio del té),
se hablaba en esta sala, de seguro, de los caminos del tiempo;
alguna mano rozó alguna mejilla,
alguna mirada rozó el lindero del silencio
y se concertaron almas con encanto.
Se habrán tratado también asuntos de negocios,
herencias, ires y venires de otras propiedades,
cuestiones entre caballeros,
damas en juego…
Me acuerdo de las plantas que escurrían por las ventanas
y de las que subían y bajaban por la fachada,
las trepadoras y las buganvilias.
Yo por aquí pasaba:
las rodillas raspadas, el cabello corto,
el miedo a los fantasmas,
el amor al diablo y el temor a Dios.
No se veía la gente de esta casa.
En esa parte llena de escombros
pudo haber estado el comedor
con una mesa de roble al centro,
y a la pared, una vitrina grande con las cristalerías;
quizás la familia tenía escudo de armas
que presidiera las horas de los sagrados alimentos.
En aquella otra parte, una escalera
(la ascención, la ascención, mis soledades)
que habrá llevado a donde esos pedazos de muro tapizado
lucían en su sitio, cobijando;
alguna vez abrieron la ventana
y vi ese tapiz en la pared de la recámara
y un gran espejo ovado;
allí se cumplirían amores,
conciertos de soledades espejeadas,
rompimientos y ayuntamientos de almas.
En esta y otras recámaras de la casa
habrán nacido, crecido, amado y muerto
dos o tres generaciones.
Yo recogía las buganvilias para el té.
Era muy antigua mi infancia.
La casa está demolida;
en unos días más
se llevarán todo el cascajo,
las armazones de las ventanas,
el bidet roto,
las tuberías semipodridas
que se arrojan como periscopios a la luz.
Un poema de Alejandro Aura
Pastillas (1)
Estas pastillas, las ofrece Dios
para alargar la vida, tanto cuanto
sea posible
I
La roja, para mantener el amor
dentro de los cauces profundos
de la esperanza y el placer,
un amor humano, sensual,
profano, con errores, sangre
y devoción, un amor de
cuerpos, formando una pirámide
de Keops, una pirámide maya
de los tiempos antiguos
en que aún existían
los sacrificios humanos
del corazón, y los hechiceros
arrancan tu piel
para lucir, en todo el pueblo
con orgullo, tus despojos;
un amor, de los tiempos del
cólera, una epidemia, que
no se extinguirá jamás;
despellejaré tu cuerpo
y será mío, y lo guardaré
en casa, como un ídolo
maldito.
para alargar la vida, tanto cuanto
sea posible
I
La roja, para mantener el amor
dentro de los cauces profundos
de la esperanza y el placer,
un amor humano, sensual,
profano, con errores, sangre
y devoción, un amor de
cuerpos, formando una pirámide
de Keops, una pirámide maya
de los tiempos antiguos
en que aún existían
los sacrificios humanos
del corazón, y los hechiceros
arrancan tu piel
para lucir, en todo el pueblo
con orgullo, tus despojos;
un amor, de los tiempos del
cólera, una epidemia, que
no se extinguirá jamás;
despellejaré tu cuerpo
y será mío, y lo guardaré
en casa, como un ídolo
maldito.
Pastillas (1)
El campo de futbol
(Audio)
Estoy intentando escribir un poema.
A pocos metros de casa Neptuno hace golpear
con ira el campo de fútbol.
Cae una tromba y los gritos explotan en
calles aledañas.
Escucho sirenas de patrullas y ambulancias,
no me atrevo a mover de casa escucho gritos
llanto bocinas autos ruido ir y venir
autos ruido ir y venir ambulancias ruido
la lluvia se detiene, Neptuno es satisfecho;
entonces lo sé: dos jóvenes han muerto
y otros siete están malheridos.
Estoy pasando un trago gordo.
Mientras escribo este poema me entero de
dos cosas: un joven poeta ha muerto y siete
chicos agonizan en un campo de fútbol
mientras escribo esto
los chicos se debaten
a pocos metros de mí
entre la vida y
entre la muerte.
Cuán frágil es la vida, cuánta indolencia,
cuánta indefensión.
Ahora lo sé: dos chicos de veinte años
que disputan un balón, terminan disputando
un rayo. Están muertos.
Fallecieron a pocos metros de mi poema.
Mientras escribo esto.
Otros siete gritan y yo escucho.
No gritan por mi poema.
Gritan, porque se los está llevando la muerte.
Estoy intentando escribir un poema.
A pocos metros de casa Neptuno hace golpear
con ira el campo de fútbol.
Cae una tromba y los gritos explotan en
calles aledañas.
Escucho sirenas de patrullas y ambulancias,
no me atrevo a mover de casa escucho gritos
llanto bocinas autos ruido ir y venir
autos ruido ir y venir ambulancias ruido
la lluvia se detiene, Neptuno es satisfecho;
entonces lo sé: dos jóvenes han muerto
y otros siete están malheridos.
Estoy pasando un trago gordo.
Mientras escribo este poema me entero de
dos cosas: un joven poeta ha muerto y siete
chicos agonizan en un campo de fútbol
mientras escribo esto
los chicos se debaten
a pocos metros de mí
entre la vida y
entre la muerte.
Cuán frágil es la vida, cuánta indolencia,
cuánta indefensión.
Ahora lo sé: dos chicos de veinte años
que disputan un balón, terminan disputando
un rayo. Están muertos.
Fallecieron a pocos metros de mi poema.
Mientras escribo esto.
Otros siete gritan y yo escucho.
No gritan por mi poema.
Gritan, porque se los está llevando la muerte.
El campo de futbol
viernes, agosto 01, 2008
Libreria La Palabreta, Mexico DF
(Algunas fotografías de los dos eventos)
Lectura en la Libreria La Palabreta y la presentación en DADA, México DF.
Libreria La Palabreta, Mexico DF
Alejandro Aura falleció este miércoles en Madrid.
Este es su poema de DESPEDIDA, publicado en su blog:
Alejandro Aura
DESPEDIDA
Así pues, hay que en algún momento cerrar la cuenta,
pedir los abrigos y marcharnos,
aquí se quedarán las cosas que trajimos al siglo
y en las que cada uno pusimos nuestra identidad;
se quedarán los demás, que cada vez son otros
y entre los cuales habrá de construirse lo que sigue,
también el hueco de nuestra imaginación se queda
para que entre todos se encarguen de llenarlo,
y nos vamos a nada limpiamente como las plantas,
como los pájaros, como todo lo que está vivo un tiempo
y luego, sin rencor, deja de estarlo.
¿Se imaginan el esplendor del cielo de los tigres,
allí donde gacelas saltan con las grupas carnosas
esperando la zarpa que cae una vez y otra y otra,
eternamente? Así es el cielo al que aspiro. Un cielo
con mis fauces y mis garras. O el cielo de las garzas
en el que el tiempo se mueve tan despacio
que el agua tiene tiempo de bañarse y retozar en el agua.
O el cielo carnal de las begonias en el que nunca se apagan
las luces iridiscentes por secretear con sus mejillas
de arrebolados maquillajes. El cielo cruel de los pastos,
esperanzador y eterno como la existencia de los dioses.
O el cielo multifacético del vino que está siempre soñando
que gargantas de núbiles doncellas se atragantan y se ríen.
Lo que queda no hubo manera de enmendarlo
por más matemáticas que le fuimos echando sin reposo,
ya estaba medio mal desde el principio de las eras
y nadie ha tenido la holgura necesaria para sentarse
a deshacer el apasionante intríngulis de la creación,
de modo que se queda como estaba, con sus millones,
billones, trillones de galaxias incomprensibles a la mano,
esperando a que alguien tenga tiempo para ver los planos
y completo el panorama lo descifre y se pueda resolver.
Nos vamos. Hago una caravana a las personas
que estoy echando ya tanto de menos, y digo adiós.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)