A veces tengo deseos de huir
agarrar dos costales vacíos
colgármelos sobre los hombros
elegir zapatos cómodos,
la ropa holgada
lápices lentes chocolates
y le digo a mi esposa:
me largo, viviré a la intemperie
recogeré latas de bebida vacías
y buscaré callejones para dormir.
Salgo del fraccionamiento,
me despido de los vecinos,
"estás loco" grita mi mujer;
“no te dejarán vivir en la calle,
te meterán al manicomio”
insiste mi esposa y los vecinos
observan extrañados.
Demonios es cierto,
no podré vivir como indigente
no tengo perspectiva,
enciendo la computadora
tal vez encuentre algo en las noticias.
domingo, noviembre 22, 2009
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2 comentarios:
Perdí mi contraseña (no puede ser que no la recuerde) no había leído lo que últimamente publicabas, no quiero entenderlo, me roba el sueño...
No quiero entenderlo, porque no lo olvidare.
[Creo que mandare mi dirección a eso de la poesía]
Por qué sera la realidad más absurda la que tenga que devolvernos del viaje...por qué.
Grato hallar tu palabra en esta mañana existencialista para mí.
Un fuerte abrazo.
Anna Francisca Rodas Iglesias
(Tuti)
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