En navidades me deprimo. Quisiera estar solo. Que nadie hable. No pienso. Leo. Veo televisión. Miro el espacio. Paseo en el cuarto. Cierro los ojos. Inmensos deseos de tirarme sobre la cama y dormir. Solamente dormir.
Esos son los deseos. La familia me abruma. Los familiares vienen a mí para pedir dinero. No tengo. La familia quiere fiesta. Comida. Regalos. Arboles de navidad. Paseos. Dinero. Ir de compras. Banalidades. Materialismo. Regocijo.
Odio las multitudes. Los aglomeramientos. Ir de compras. Especialmente si todos van de compras. Abrazos. Parabienes. Buenos deseos. Me gustaria acuchillarlos.
Mis nervios se tensan. Los cables de las neuronas se electrizan. Escucho los problemas de todos. Todos tenemos problemas. Pero yo no externo nada. Es el silencio. Una fotografia conmigo fumando enmedio del frío parecería típica.
El automóvil está descompuesto. Menos mal que contamos con otro auto muy viejo.
Llevo a la mujer de compras. La mayoría de las mujeres no superan su cultura feminista. Su dependencia de los hombres. Su dominio feminista. Su control.
Mis nervios están de punta. No puedo más. Voy a reventar. Reviento.
jueves, diciembre 24, 2009
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
1 comentario:
La navidad es la mejor epoca para regocijarnos en nuestra soledad...
Saludos Edgar.
Publicar un comentario