Visitaré a mis amigos
en el cementerio,
uno murió de cáncer
otro falleció en un accidente de tráfico
otro más sufrió un ataque al corazón
uno más cayó por complicaciones con diabetes
el último por una gripe desconocida.
Ayer una amiga muy querida
se suicidó por amor o soledad.
Visitaré a mis amigos
este inicio de año nuevo.
Algunos yacen postrados en casa
inválidos o ciegos,
enfermos o incapacitados;
uno de mis hermanos menores
vive a la intemperie,
duerme bajo el frío
sobre de una banca,
esperando a la muerte.
A los que no visitaré,
será a los poetas jóvenes
que denotan una gran soberbia.
Al final, con mi máscara
de Edgar Artaud puesta encima,
pasaré al café de la Covacha
para tomar un expresso
y mirar distraído
a la joven dependiente.
Alabaré su belleza,
el porte indígena,
la belleza soberbia.
miércoles, enero 06, 2010
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