Mi mujer me prohibió que orine en la taza de baño
"estoy harta de limpiar el sarro que dejas" -dijo.
Salgo entonces a orinar detrás de la casa,
"iré al Banco Hernán Cortés" -le digo,
arranco el automóvil y enfilo a la autopista,
"no hay mucho tráfico, robot953 podría venir conmigo" -pienso,
pero es demasiado tarde, aparco el auto en el estacionamiento,
"deseo un poco de dinero" -le digo a la bella cajera,
"he quedado en invitar a mi esposa y a nuestro robot a un
buen restaurante", -explico,
"¿esta bien con un billete de mil y otro pequeño de 50?"
-me dice,
"si, esta bien" -contesto.
El billete de 50 está cortado en una esquina.
Le falta un pedazo grande, pienso en dejarlo de propina
al buen mesero, hace dos semanas que no paramos en su
restaurante. El lugar queda detrás de las montañas.
Al salir del Banco me despido con un beso,
"que te vaya lindo", -me dice la bella cajera,
en la calle se mueve un poco el auto, está temblando,
"espero que mi esposa y robot953 estén listas",
salir a comer fuera en domingo es una estupenda idea.
domingo, mayo 23, 2010
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
2 comentarios:
genial
mágico y quizá un futuro cercano
besitos de luz Edgar
ten una semana genial!!!
Hola Licha,
Muchas gracias por tus palabras.
¡Que tengas una linda semana!
Besos
Edgar
Publicar un comentario