Encontré una ave muy linda,
atrapada en mi estudio,
pensé en una jaula
o en abrir la ventana,
miré sus ojitos melancólicos,
temerosos de mi presencia,
abrí la ventana,
voló feliz rumbo al espacio,
yo seguí en el estudio
como es la costumbre,
y un extraño sentimiento
de nobleza y dolor,
me aguijoneó el corazón.
domingo, agosto 15, 2010
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3 comentarios:
Me ha encantado tu poesía!
Felicitaciones.
Te invito a mi espacio.
http://verbal-maritza.blogspot.com/
Esa palabra, dolor, siempre presente. Siempre presente.
Un admirado saludo.
que ternura!!!
me impactáste...precioso
besitos de luz
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