¿Porqué no puedo ver tus nalgas,
si tu cuerpo está hecho,
para hacer el amor?
Te admiro de espaldas,
al salir de la ducha,
con la redondez de tus
glúteos hermosos,
blanquecinos como la nieve,
pienso en el infinito,
me hubiese gustado ser,
un gran poeta amoroso,
después en el jardín,
leeríamos poemas
de Miguel Hernández
y Vicente Huidobro,
escucho tu voz,
luego me pides que lea para ti,
sirves café y te disculpas
por fumar un cigarro,
la tarde camina en el techo
y escuchamos sus pasos,
yo disfruto mirar
tu piel fresca y nívea,
me gustaría que durmiéramos
juntos, totalmente desnudos
como dos buenos amigos.
jueves, agosto 19, 2010
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