Un hombre encontró que su compañero de vuelo
parecía muy nervioso, sudaba a chorros
era su primer viaje en avión
charló con él durante el trayecto
y para que tuviese ánimos, le dijo que
éste era su vuelo número 200.
Ambos transbordaron a otras aerolíneas
y se despidieron amables, con buenos deseos.
El hombre de traje oscuro, llegó a su destino
por la mañana desayunó café y tostadas
hojeaba el diario y descubrió que el vuelo
de su nuevo amigo, había caído al mar.
De repente yo estoy triste
me siento tremendamente solo
e imagino historias como ésta
quisiera morir en este momento
nadie me echará de menos
y en verdad, poco importa.
Camino en los pasillos
de un aeropuerto imaginario
que se convierte en real
y me detengo, para mirar azafatas
creo que existen dos tipos de poetas
yo y todos los demás.
domingo, septiembre 11, 2011
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