Mi mujer me pidió que la llevara a ella y dos amigas
a una fiesta de cumpleaños.
Subí la computadora de escritorio y los cables y las
bocinas a la cajuela del auto.
La fiesta se encontraba en pleno apogeo con karaokes
y bailes de parejas y cerveza
atravesé la nube de confetti y de sombras
y me instalé en la pequeña sala con mi equipo
"es que tengo que aplicar un exámen remoto" -dije
"éste Don está loco" -dijo alguien
encendí mi computadora y conecté las bocinas
un edificio de departamentos emergió de mis brazos
todos estaban conectados en sus propios asuntos
excepto mi mujer y sus amigas que veían con azoro
la construcción que brotaba de mi cuerpo
el anfitrión me pidió que cantara en el karaoke
"no puedo estoy ocupado lo siento perdóneme"
descubrí a una chica sexy y guapa que se parece a
la luna
"usted me recuerda a Silvia Plath" -le dije
"quiero bailar con usted toda la noche" -repetí
"usted es un loco" -me dijo sonriente
"soy tu loco adorado" -respondí
mientras la abrazo con el edificio que brotó
de mi piel
"no vayas a romper las ventanas" -le dije.
domingo, octubre 30, 2011
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
2 comentarios:
Buen trabajo Edgar. A Sylvia Plath le gustaría.
Un abrazo.
Gracias Pedro, un abrazo.
Publicar un comentario