Después de suicidarme
volví a casa
en un ataúd morado
y tomé una ducha tibia
pedí sopa caliente
una copa de vino
encendí la televisión
para disfrutar del fútbol
enfundado en pantuflas
tomé mi tableta
para mirar en feisbuk
muerdo un pequeño chocolate
relleno de menta
subo a la recámara
elijo ropa cómoda
mi rostro sin expresión
blanco pálido
me fumo un cigarro
regreso al ataúd
antes de que arriben
los primeros dolientes
adiós.
sábado, agosto 25, 2012
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