Cada vez que invento un
Poema
necesito una o dos cervezas
así conocí a la mujer
oscura
entrando al Bar
se acomodó junto a mí,
tú eres el viejo
infrarrealista, dijo
yo soy un poeta Ciborg,
respondí
poseo un pequeño chip
conectado a mi cerebro
¿el chip concibe tus
poemas? -preguntó
y así continuamos la
conversación
el Bar aparecía en
penumbras
con parroquianos enmohecidos
pedimos una botella de
pisco
el demonio de los andes
y continuamos bebiendo;
soy terapeuta en un
laboratorio
para desquiciados mentales,
dijo
y me pasó un brazo
por encima de los hombros
nos abrazamos
y lloramos
entonces emergieron
sus ocho patas de aluminio
negras y brillantes
y con pasos de tarántula
me abandonó en el Bar.
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