Brenda Spencer, 16 años,
confesa de asesinato en primer grado
disparó desde su casa
a los accesos de una escuela primaria
matando al Director, a un custodio
e hiriendo a ocho estudiantes y un
oficial de policía;
"No me gustan los lunes", respondió
a la pregunta del porqué lo había hecho;
la bella jovencita arrastraba un pasado
de epilepsia y depresiones,
maltrato y abuso sexual del padre;
cuando rompió relaciones con otra mujer
en prisión, se tatuó en el pecho
las siguientes palabras: "coraje"
y "orgullo".
"ella es una persona miserable,
y su manera de tratar con su propia miseria
consiste en esparcirla a todas partes".
jueves, junio 29, 2006
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