sábado, septiembre 08, 2007

algunas

El mezcal con alcohol es una de mis
debilidades
el jazz, la poesía, el internet en
todas sus manifestaciones, otra.
Las chicas, mención aparte.
El suicidio, la muerte, la vida,
la reencarnación, la historia.
El erotismo no me gusta.
Ni siquiera la palabra.
A veces tampoco el amor.
Suelo estar harto del amor.
Harto del sexo, en todas sus
manifestaciones.
Llego a situarme en un estadío
mas allá de las relaciones
sexuales o amorosas.
Entonces pienso que he ido
más allá que todas ésas personas
que hacen un altar del sexo
y las relaciones de amor.
Después caigo.
Me arrastro en las necesidades
pasionales, de cariño.
Me hundo hasta mas no poder
Y resurjo nuevamente.
Del abismo al cielo y viceversa.
Es por eso que veo de mal gusto
la poesía erótica
y los poemas espantosos de los
ciudadanos y las ciudadanas
que escriben sus primeros poemas
desvelando con palabras sus deseos
y traumas
originados por el amor
y el sexo.
Algunas (muchas) poetas consagradas
escriben mejor sus poemas
pero también hacen lo mismo
son poetas esnob
poetas por y para la burguesia
son fáciles de encontrar
publican en revistas y suplementos
tienen empleos a modo
se sonrojan cuando leen
sus poemas eróticos.
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