Pablo se murió en las vacaciones de verano
para que no nos enteráramos sus amigos que
le queríamos vivo todavía
y Mario tuvo un derrame y ya no tuvo tiempo
en decir adiós ni para escribir un poema
despidiéndose de la vida
hemos ido al panteón a dejar flores que
nos queman las manos
no podíamos creer que nuestros antiguos
amigos estuvieran allí bajo la tierra
cenábamos los cuatro religiosamente cada
semana en el café de doña Petra
para discutir asuntos de la Universidad,
la belleza de las mujeres, la infidelidad
y las risas salían de nuestros rostros
en vacaciones solíamos descansar con nuestras
familias
y al volver al trabajo nos reuníamos
religiosamente como si asistiéramos a la
Iglesia
hoy Pablo y Mario yacen enterrados
no retornaron de vacaciones
solo quedamos dos
y ya no queremos regresar al café
todo ha terminado.
viernes, septiembre 12, 2008
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