Entré a Facebook con la más firme idea
de hacerme amigo de todas las mujeres guapas,
aquéllas que mostraran su mejor rostro
y escribieran no importa que sandeces;
éso pensé, aquél frío día de domingo,
un invierno cruel, para mis huesos
y mis enfermedades crónicas.
Abrí una cuenta nueva y falsifiqué mis datos,
busqué una fotografía en Internet
de un hombre guapo, joven, desconocido;
y entré a la Internet, con estos deseos firmes,
tendenciosos, maquiavélicos, macielosos
y comencé a buscar chicas, chicas sanas
con nobles deseos, chicas ingenuas.
Pero justo en el momento, de responder a un chat
que se me había pedido: ¿a qué te dedicas?
me hizo recapacitar, destapé una lata de cerveza
de mi estante para poetas, y tomé un gran trago;
"soy un borracho" -le dije, "no me hagas caso,
y cierra ése chat; ve y acúsame con tu papi"
cerré yo la ventana de chat y me dí de baja
en la red, borré todos mis datos y cancelé la
cuenta.
Destapé otra lata de cerveza marca poeta de mi
estante de cervezas y me la bebí de un trago.
viernes, marzo 05, 2010
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