Si de pronto sucede que no existo
y mis cartas y poemas son apócrifos
y no puedo mojar mis labios en tus labios.
Si te adoro con todo el candor de mis
palabras, pero tengo miedo de viajar y
hacer patente la necesidad de una caricia.
No podrá ser,
mi mano firme aprisionando tu muñeca ó
un abrazo en derredor de tu cintura.
Si de pronto el teatro se derrumba
y no aparece ningún registro oficial
de mi presencia.
Y qué diré yo.
Al mirar frente al espejo
y no encontrar nada, nada.
viernes, septiembre 03, 2010
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