Hace mucho tiempo era estudiante en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y recuerdo ahora la anécdota siguiente:
Es la última clase del día, y estábamos tomando notas en un aula en el último piso de la Facultad, el profesor nos llamó a una ventana para que observáramos a una pareja abrazándose en medio del frío de invierno y bajo la luz de una farola. "¿Querían estudiar Ingeniería, no? Vean de lo que se pierden. El sacrificio es el sacrificio", más o menos con estas palabras, fue el sentido de una idea que pocos entendimos, estábamos cansados y sólo deseábamos concluir el día y regresar a casa.
Esto viene a mi memoria porque muchos de mis amigos de Facebook, que son artistas o escritores, ahora mismo están de juerga o en algún evento cultural, disfrutando de café o bebidas, discutiendo cosas o enamorándose o qué sé yo. Han pasado muchos años y sigo aquí, en una habitación conectado con el mundo, escribiendo, leyendo, preparando un taller para docentes de matemáticas, con todas las luces encendidas, encerrado en el estudio como si estuviera siempre en el mismo salón de la Universidad, en lo alto, asomándome al mundo desde una ventana.
Pareciera que estoy amargado o resentido, no. Es mi vida. No podría hacer otra cosa porque no me encuentro cómodo. Deseo en cambio disponer de más tiempo para leer y acceder a información que me encanta asimilar. Escuchar, comentar, compartir, como ésta reflexión y asomar mi rostro para ver a los enamorados, quizás éso sí, con envidia, mucha envidia.
Pasión por aprender y pasión por la Poesía marcaron mi camino, que no podría compartir con alguien, es mi acto solitario, no podría abandonarlo para privilegiar otra pasión, pasión por vivir o amar, quizás mi pasión por vivir se resume en dos pasiones, aprender y escribir poesía.
Desde pequeño he sido así, una persona solitaria, aislada, huraño, frágil, dedicado, en una aula situada en el último piso de alguna Facultad invisible, asomándome en Facebook, Twitter, observando de lejos a los enamorados, que no se involucrarán jamás conmigo, no seremos amigos cercanos, porque soy un espécimen de la clase de los individuos condenados por mi viejo profesor de ingeniería: sacrificio es sacrificio.
sábado, diciembre 04, 2010
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