Constanza es una joven poeta que parece salida
de alguno de los poemas de Efraín Huerta.
Constanza asistió a la lectura de poemas
de los infrarrealistas en la casa del escritor, en Puebla
Al final de la lectura, se me acercó con su figura
estridentista, delgada y muy fina, en un abrigo de piel.
Acepté que publicara mis poemas en donde ella quisiera,
si es que fuera posible, pues yo lo dudaba,
Después me dejó, comenzaron los abrazos y las
fotografias y las preguntas para una nueva reunión.
Pasaron todas esas cosas que suelen pasar
al final de tales eventos y apareció la bebida.
Pero prudentemente fui a donde Constanza
con su semblante medieval, en medio de la gente
que se unía y desunía, le pedí humildemente
que me dejara tomarle una fotografia
junto a mí, para recordarla, por siempre.
Nos tomaron esa fotografia instantánea
que ahora muestro junto a este poema,
después, tiempo después, me escribió algunos correos
y supe de alguna reunión de escritores, donde ella estaría
pero no quise romper el encanto, no quise romper el muro
y mi timidez, por siempre sombría, guardó algún recuerdo
que llevo muy dentro, que no significa nada más que un
orgullo feliz, de esos momentos que hacen decisivamente
mas placentera la vida.
lunes, marzo 20, 2006
domingo, marzo 19, 2006
El porqué las mujeres...
El porqué las mujeres gastan su tiempo
pensando en elegir el color de los sillones;
en el supermercado suelen mirar los productos del hogar
como lavadoras, estufas, planchas, enseres domésticos
piensan en los condimentos de las comidas, no en política
no en obras de teatro, no en poesia, a menos -rarezas-
de que sean especialistas en el tema, profesionales de
areas muy extrañas, como luchadoras, futbolistas,
las mujeres de treinta años o más, no se caen de la
motocicleta, ni chocan su cabeza contra un auto rojo
tampoco beben cerveza para mirar el futbol
no suelen pasear directamente bajo el sol,
sino que llevan un paraguas, una pañoleta, un sombrero
con zapatos de tacón, haciéndonos saber en todo momento
quién camina, cómo y dónde.
Miramos de lejos su rostro maquillado, el bolso de mujer,
las uñas pintadas, los aretes, el color de labios, el collar
alguna pulsera. La ropa elegida depende del estilo y la
forma de vida, el día o la moda, el talante
las mujeres hablan de recetas de cocina, el precio de
los comestibles, las relaciones familiares, las desgracias
de los vecinos, el aspecto de la gente, el clima, el frío,
la salud, saludan con buenas palabras, no escupen,
saludan con buena moral, procuran hacer lo correcto
lo que las buenas conciencias esperan de sus mujeres,
sus siempre contados buenos deseos
en casa, a solas, se atreven por siempre con el amante
le llevan la delantera, lo sorprenden, redimen el deseo
de pareja, olvidan las buenas conciencias y procuran
placer, van el pos del deseo, que no dura mucho
sofocan el deseo, es suficiente, por las mañanas
todo deviene normal y como antes, se ocupan de las
cosas de casa, del quehacer femenino, de mantener
una casa no llena de libros, sino adornada con flores,
jarras, macetas, adornos cursis, y muchos colores
y olores, dirigiendo el hogar que es solo suyo y de nadie
el hogar que les mantiene vivas y en pie
y asi pasan los años, el hogar se mantiene y los
descendientes, aprenden las leyes que deben seguir
para no romperse el craneo encima de una motocicleta
estrellandose con un automóvil de color rojo grana.
pensando en elegir el color de los sillones;
en el supermercado suelen mirar los productos del hogar
como lavadoras, estufas, planchas, enseres domésticos
piensan en los condimentos de las comidas, no en política
no en obras de teatro, no en poesia, a menos -rarezas-
de que sean especialistas en el tema, profesionales de
areas muy extrañas, como luchadoras, futbolistas,
las mujeres de treinta años o más, no se caen de la
motocicleta, ni chocan su cabeza contra un auto rojo
tampoco beben cerveza para mirar el futbol
no suelen pasear directamente bajo el sol,
sino que llevan un paraguas, una pañoleta, un sombrero
con zapatos de tacón, haciéndonos saber en todo momento
quién camina, cómo y dónde.
Miramos de lejos su rostro maquillado, el bolso de mujer,
las uñas pintadas, los aretes, el color de labios, el collar
alguna pulsera. La ropa elegida depende del estilo y la
forma de vida, el día o la moda, el talante
las mujeres hablan de recetas de cocina, el precio de
los comestibles, las relaciones familiares, las desgracias
de los vecinos, el aspecto de la gente, el clima, el frío,
la salud, saludan con buenas palabras, no escupen,
saludan con buena moral, procuran hacer lo correcto
lo que las buenas conciencias esperan de sus mujeres,
sus siempre contados buenos deseos
en casa, a solas, se atreven por siempre con el amante
le llevan la delantera, lo sorprenden, redimen el deseo
de pareja, olvidan las buenas conciencias y procuran
placer, van el pos del deseo, que no dura mucho
sofocan el deseo, es suficiente, por las mañanas
todo deviene normal y como antes, se ocupan de las
cosas de casa, del quehacer femenino, de mantener
una casa no llena de libros, sino adornada con flores,
jarras, macetas, adornos cursis, y muchos colores
y olores, dirigiendo el hogar que es solo suyo y de nadie
el hogar que les mantiene vivas y en pie
y asi pasan los años, el hogar se mantiene y los
descendientes, aprenden las leyes que deben seguir
para no romperse el craneo encima de una motocicleta
estrellandose con un automóvil de color rojo grana.
El porqué las mujeres...
sábado, marzo 18, 2006
El culo de la estatua
El culo de la estatua, el fino culo de la estatua
de bronce
mirando el río, pasivamente
mirando los autos que devienen
consecutivamente
al precipicio
el culo de bronce mira los autos suicidas
con seres humanos
en el interior
de los carros
con ruedas
suicidas
El culo de bronce mira los autos estrellados
en el fondo del río
donde no se miran
de lejos
los hilillos de sangre
hilillos lentos
de liquido espeso
caminando
es la vida
de los ocupantes
de los autos
que escurre
y abandona
los cuerpos moribundos
pero el culo de la estatua
sigue observando
los autos que llegan
a la curva
y que no entienden
la curva
sino que prosiguen
su camino
directo
a los avernos.
de bronce
mirando el río, pasivamente
mirando los autos que devienen
consecutivamente
al precipicio
el culo de bronce mira los autos suicidas
con seres humanos
en el interior
de los carros
con ruedas
suicidas
El culo de bronce mira los autos estrellados
en el fondo del río
donde no se miran
de lejos
los hilillos de sangre
hilillos lentos
de liquido espeso
caminando
es la vida
de los ocupantes
de los autos
que escurre
y abandona
los cuerpos moribundos
pero el culo de la estatua
sigue observando
los autos que llegan
a la curva
y que no entienden
la curva
sino que prosiguen
su camino
directo
a los avernos.
El culo de la estatua
martes, marzo 14, 2006
Mi Pueblo
El pueblo no ha cambiado mucho
las calles parecen más estrechas
más llenas de gente, vehículos y
cada vez más motonetas y
transporte urbano, taxis.
Recuerdo aún,
una imagen que se ha pegado a mí,
esperando el autobús;
aún no pensaba en automóviles,
las comidas baratas de ciertos restaurantes
eran un lujo, una especie de celebración
que mi novia, con grandes aspiraciones,
no entendía.
Me veo extendiendo una moneda
al conductor, la vida no era complicada
como ahora, podías encontrar fácilmente
los usuales antojitos, las tostadas, los
sopes, las enchiladas rojas, café, pan
y otras menudencias propias de una
vida tranquila, pueblerina.
El conductor recibe mi moneda
empuja con fuerza la palanca
y con un ruido irrefrenable
sin ritmo, grave y angustioso
hace andar el autobús
calle abajo, sobre piedras
con ese vaivén inolvidable.
las calles parecen más estrechas
más llenas de gente, vehículos y
cada vez más motonetas y
transporte urbano, taxis.
Recuerdo aún,
una imagen que se ha pegado a mí,
esperando el autobús;
aún no pensaba en automóviles,
las comidas baratas de ciertos restaurantes
eran un lujo, una especie de celebración
que mi novia, con grandes aspiraciones,
no entendía.
Me veo extendiendo una moneda
al conductor, la vida no era complicada
como ahora, podías encontrar fácilmente
los usuales antojitos, las tostadas, los
sopes, las enchiladas rojas, café, pan
y otras menudencias propias de una
vida tranquila, pueblerina.
El conductor recibe mi moneda
empuja con fuerza la palanca
y con un ruido irrefrenable
sin ritmo, grave y angustioso
hace andar el autobús
calle abajo, sobre piedras
con ese vaivén inolvidable.
Mi Pueblo
sábado, marzo 11, 2006
Diabetes
Diabetes
Te orinas al salir de clase, como los perros,
en los árboles;
cobijado por la oscuridad del claustro,
cuando ya todos, piensan en las cosas
que suelen realizar de noche;
pero tú fumas un puro y te echas al camino
sobre el zacate, sobre del polvo,
caminando.
En clase, fumas delante de los alumnos,
piensas en los crímenes del día
miras sin rubor, el cuerpo de las mujeres
que te escuchan, piensas en la
motocicleta que dejaste estacionada
en casa.
Llegas y orinas de nuevo
en el muro, antes, de, entrar.
Te orinas al salir de clase, como los perros,
en los árboles;
cobijado por la oscuridad del claustro,
cuando ya todos, piensan en las cosas
que suelen realizar de noche;
pero tú fumas un puro y te echas al camino
sobre el zacate, sobre del polvo,
caminando.
En clase, fumas delante de los alumnos,
piensas en los crímenes del día
miras sin rubor, el cuerpo de las mujeres
que te escuchan, piensas en la
motocicleta que dejaste estacionada
en casa.
Llegas y orinas de nuevo
en el muro, antes, de, entrar.
Diabetes
martes, marzo 07, 2006
Carta a un desconocido
Señor desconocido,
En mi casa no crecen las flores
el entorno parece siempe en verano
no anidan las aves, los roedores no
visitan los muros, que de tan secos
se abren y semejan un aspecto de ruina.
En mi casa no crecen las almas
y tampoco crece el silencio
la musica se evapora en el aire
y en los libros se borran las letras
y no encuentro palabras.
En mi corazon no crece la vida,
no crece el amor, no crecen los
foros de internet, no crece mi poesia
no crece la muerte y no crece la
soledad, no puede ya mas crecer.
Por eso te escribo, el canibalismo
es algo que atrae, es extraño y atrae
como un dulce sabor agrio y dulce
a la vez, como un algo emanado de
Dios que no se puede evitar.
Deseo morir, fervientemente morir
desearia morir en sus manos y que
usted, si asi lo dispone, se comiera
mi carne, y disponga mis restos
en piras de fuego, para que nadie
se entere.
En mi casa no crecen las flores
el entorno parece siempe en verano
no anidan las aves, los roedores no
visitan los muros, que de tan secos
se abren y semejan un aspecto de ruina.
En mi casa no crecen las almas
y tampoco crece el silencio
la musica se evapora en el aire
y en los libros se borran las letras
y no encuentro palabras.
En mi corazon no crece la vida,
no crece el amor, no crecen los
foros de internet, no crece mi poesia
no crece la muerte y no crece la
soledad, no puede ya mas crecer.
Por eso te escribo, el canibalismo
es algo que atrae, es extraño y atrae
como un dulce sabor agrio y dulce
a la vez, como un algo emanado de
Dios que no se puede evitar.
Deseo morir, fervientemente morir
desearia morir en sus manos y que
usted, si asi lo dispone, se comiera
mi carne, y disponga mis restos
en piras de fuego, para que nadie
se entere.
Carta a un desconocido
jueves, marzo 02, 2006
La tierra es un gran cementerio
La tierra es un gran cementerio
donde abunda la semilla enterrada
esperando dar de sí el fruto más puro
en aras de preservar la especie humana.
La redondez del planeta se colma de tumbas
de todos colores, con lápidas sombrías que
enternecen la vista; monumentos y crucifijos
variados, una mano de piedra en el panteón
de Morelia, nos recuerda a los refugiados
de la guerra civil española.
Es de noche en el panteón de las Cruces
las figuras dolientes caminan y parece que
flotan en derredor de las tumbas, ya se van
los dolientes a casa, ya se van con el corazón
destrozado, ya se van los dolientes.
El planeta tierra es un enorme panteón,
son más nuestros muertos y crece sin tregua
la población de las tumbas; los vivos aguardamos
el terrible momento de quedar bajo tierra
y mientras tanto procreamos más hijos
Con la desesperada idea, de no sucumbir al
destino, la vida es solo un preambulo de la vejez
y la muerte, porque cada uno de nosotros
comienza a morirse, en el mismísimo momento
en que nace.
Ya se van los dolientes, ya se van los dolientes
a casa, ocultan su rostro en rebozos, en sombreros
de palma. De lejos parecen fantasmas. Es de noche
y no se sabe, en los duros callejones del puerto
quién está vivo y quién está muerto.
donde abunda la semilla enterrada
esperando dar de sí el fruto más puro
en aras de preservar la especie humana.
La redondez del planeta se colma de tumbas
de todos colores, con lápidas sombrías que
enternecen la vista; monumentos y crucifijos
variados, una mano de piedra en el panteón
de Morelia, nos recuerda a los refugiados
de la guerra civil española.
Es de noche en el panteón de las Cruces
las figuras dolientes caminan y parece que
flotan en derredor de las tumbas, ya se van
los dolientes a casa, ya se van con el corazón
destrozado, ya se van los dolientes.
El planeta tierra es un enorme panteón,
son más nuestros muertos y crece sin tregua
la población de las tumbas; los vivos aguardamos
el terrible momento de quedar bajo tierra
y mientras tanto procreamos más hijos
Con la desesperada idea, de no sucumbir al
destino, la vida es solo un preambulo de la vejez
y la muerte, porque cada uno de nosotros
comienza a morirse, en el mismísimo momento
en que nace.
Ya se van los dolientes, ya se van los dolientes
a casa, ocultan su rostro en rebozos, en sombreros
de palma. De lejos parecen fantasmas. Es de noche
y no se sabe, en los duros callejones del puerto
quién está vivo y quién está muerto.
La tierra es un gran cementerio
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