Cuando era niño, todos admirábamos
a la Ponyesa.
Sabíamos donde vivía, cuando podíamos
íbamos antes de que saliera al trabajo
la Ponyesa era Maestra en la Escuela Secundaria
y nosotros aún estudiábamos el nivel básico
en ese entonces ella era una mujer joven
y grande
tendría más de veinte años, seguro
vestía realmente formal, no era delgada y se
maquillaba exageradamente el rostro;
y claro, usaba tacones altos y vestidos con
falda larga y oscura
nos gustaba mirarla caminar y alejarse
con su paso característico, pausado y femenino
era una mujer grande y para nosotros fué
siempre algo inusual en las calles
pocas veces encontrabámos mujeres que
se preocuparan tanto de sí
era toda una señora la Ponyesa;
vivía en una casa modesta, tal vez con
su madre
y sabíamos que con el paso del tiempo
ella siempre estaría en el recuerdo
de todos
y yo además estaba seguro que algún día
escribiría sobre ella
al menos, este modesto poema.
sábado, septiembre 22, 2007
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