El Final.
¿Cuál será el final de nuestras vidas?
Pensé siempre en el suicidio
como un fin natural.
El porvenir es insondable
y se rompe, por lo mas fino;
lo imprevisto, suele ser común.
La vida es semejante a una película y
tendrá siempre fin.
Los mortales, solemos no entender
y nos aferramos, por amor,
como un náufrago a la esperanza
interminable; así, este poema
no desea morir, desea entonar
un canto por la vida.
El final
Cuando tenga 67.
Comprare una camioneta Ford Explorer.
Dios no pasó por aquí.
No tengo cerveza.
No necesito de ustedes.
Y tú lo sabes.
Estamos jodidos todos ustedes.
Y la luna se menea
con sus enaguas de seda.
Estamos jodidos todos ustedes.
cuando tenga 67
iré a Toluca
me subire al cráter del Sol
y orinaré mi sangre.
Cuando tenga 67
Hace un año necesité de una dosis doble de antidepresivos antes de presentarme a trabajar en mi Universidad; hoy, inadvertidamente, sin recordar lo anterior, ha sucedido lo mismo, requiero de una doble dosis de litio e hiperico, antidepresivos naturales, mas doble una ración de otras pastillas que utilizo para ciertos dolores corporales. He ingerido todo eso.
Finalmente me he decidido en la propuesta de tesis de licenciatura para un amigo egresado de Ingeniero en Computacion, Gildardo: implementar un algoritmo auxiliar en Java para búsquedas de información en la Internet. Es un tema difícil pero interesante y actual, claro, tengo información de ello y podría ayudar a conseguir mas. Gildardo fué contemporáneo de Alejandro Patrón Hernández.
Alejandro Patrón acaba de fallecer luego de varios días desaparecido. Tenía 32 años, manejaba su taxi mixta y fué secuestrado me parece el día 28 de diciembre en Chilpancingo. Dos días después lo encontraron con un balazo en la cabeza lejos de aquí. Uno de sus hermanos falleció de forma semejante hace apenas ocho años.
Alejandro Patrón me ayudó con su mixta para el cambio de muebles hace dos años, en ese entonces me comentó su decisión de irse a estudiar a México un posgrado en Cibernética o algo parecido. Quedamos de vernos antes de que se decidiera a irse. Lo ví uno o dos días antes del secuestro, pensaba llamarlo cuando me avisaron de su muerte. Era un joven ingenuo y noble, sencillo. Esta es mi opinión. Su muerte ha ensombrecido el inicio de año. En cada una de mis actividades realizadas ahora ha estado siempre presente en mi semblante y no he logrado concentrarme en nada. Entristeció estos días. Entristeció el inicio del presente año. Provocó en mí un sinfín de preguntas inútiles porque nada ahora tiene remedio a lo pasado.
Alejandro Patrón
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