Mi amigo Jorge Bracamontes Jo me avisó
que moriré envenenado por un robot asimo,
que pondrá cianuro en mi café.
Después quemará mis poemas y eliminará
mis datos de Internet.
Jorge tuvo una pesadilla en Perú y me avisó,
después volvió a dormir.
Pero qué puedes hacer si un robot está decidido
a eliminarte?
Justo ahora que me divierto mucho
con los temblores oscilatorios.
(Pinche en la imagen la palabra oscilatorio
para ver el movimiento)
Es divertido moverte cuando el piso oscila debajo
de los pies y el corazón palpita nervioso
Los niños juegan y se divierten y ríen.
Los futbolistas se tienden boca abajo.
La esposa sufre una crisis nerviosa
los vecinos se alarman con sus automóviles
moviéndose de un lado a otro.
Si en nuestro futuro está dicho que moriremos
pronto.
Por un robot,
viernes, marzo 23, 2012
martes, marzo 20, 2012
Ignacio Manuel Altamirano
Mi padre se llamó Francisco Altamirano.
Fue pobre. Trabajó al servicio de un potentado.
Emigré muy joven del pueblo. Jamás regresé.
Fui un estudiante brillante.
Pero siempre tuve dificultades para concluir.
Me casé y no tuve hijos.
Mi esposa trajo sobrinos a casa
que adoptamos como nuestros.
Fui un profesionista brillante.
Un escritor famoso también.
Me gustaban las crónicas, las narraciones,
la Poesía, las formas clásicas y románticas.
Intenté innovar sin abandonar a los clásicos.
Siempre fui un precursor, inteligente y
amigo de todos.
Gastaba todo mi dinero en libros
que venían desde Europa.
Nunca tuve riquezas.
La riqueza es vivir.
Quise ir a Paris.
Pero cuando tuve que exiliarme,
fui enviado a Barcelona.
Mi mujer siempre estuvo enferma, yo no.
En Europa se me desató la diabetes.
Complicada con otros problemas.
Pero pude viajar a a Paris.
Ya enfermo. Un médico me curó de la diabetes.
Me dijo que estaba aliviado.
Que me fuera a una ciudad junto al mar.
Que comiera bien y descansara.
Lo hice. Empeoré.
No podía levantarme.
Quedé muerto a los 58 años.
Los mismos que ahora tengo.
No vivo en San Remo, Italia.
No me llamo Ignacio Manuel.
Soy Edgar. Vivo en Guerrero.
Espero la muerte.
Fue pobre. Trabajó al servicio de un potentado.
Emigré muy joven del pueblo. Jamás regresé.
Fui un estudiante brillante.
Pero siempre tuve dificultades para concluir.
Me casé y no tuve hijos.
Mi esposa trajo sobrinos a casa
que adoptamos como nuestros.
Fui un profesionista brillante.
Un escritor famoso también.
Me gustaban las crónicas, las narraciones,
la Poesía, las formas clásicas y románticas.
Intenté innovar sin abandonar a los clásicos.
Siempre fui un precursor, inteligente y
amigo de todos.
Gastaba todo mi dinero en libros
que venían desde Europa.
Nunca tuve riquezas.
La riqueza es vivir.
Quise ir a Paris.
Pero cuando tuve que exiliarme,
fui enviado a Barcelona.
Mi mujer siempre estuvo enferma, yo no.
En Europa se me desató la diabetes.
Complicada con otros problemas.
Pero pude viajar a a Paris.
Ya enfermo. Un médico me curó de la diabetes.
Me dijo que estaba aliviado.
Que me fuera a una ciudad junto al mar.
Que comiera bien y descansara.
Lo hice. Empeoré.
No podía levantarme.
Quedé muerto a los 58 años.
Los mismos que ahora tengo.
No vivo en San Remo, Italia.
No me llamo Ignacio Manuel.
Soy Edgar. Vivo en Guerrero.
Espero la muerte.
Ignacio Manuel Altamirano
sábado, marzo 17, 2012
Vivir es eludir a la muerte
Ayer hablé con mi cuerpo
lo invité a tomar un café
me dijo:
"vivir es eludir a la muerte".
Es cierto. Hace días que lo
veo decaer rápidamente
"estoy agotado, muerto en vida"
-continuó el viejo cuerpo-
"he perdido el deseo de vivir"
-añadió amargamente-
entonces me levanté de la mesa
le disparé en pleno rostro
"no hay nada que hacer"
-pensé, mientras caminaba
para abandonar el lugar
"creo en la autodestrucción"
-me dije
debo desaparecer.
lo invité a tomar un café
me dijo:
"vivir es eludir a la muerte".
Es cierto. Hace días que lo
veo decaer rápidamente
"estoy agotado, muerto en vida"
-continuó el viejo cuerpo-
"he perdido el deseo de vivir"
-añadió amargamente-
entonces me levanté de la mesa
le disparé en pleno rostro
"no hay nada que hacer"
-pensé, mientras caminaba
para abandonar el lugar
"creo en la autodestrucción"
-me dije
debo desaparecer.
Vivir es eludir a la muerte
de ruedas y manubrios
Hay tanto tráfico en el mundo
que decidí ser bicicleta.
Mis piernas son ahora ruedas
y mis brazos los manubrios.
Ahora ruedo en la banqueta
orgulloso de mi decisión.
Y mis alumnos son felices
porque su profesor es bicicleta.
Cuando encuentro a mi estudiante más pequeña
se monta en mis hombros
y llegamos los dos a nuestra clase.
A veces recuerdo cuando era motoneta
solía echar humo por detrás
un humo que contamina nuestro mundo.
Era difícil también dormir con mi mujer,
se divorció de mi presencia.
Yo la entiendo. Ahora prefiero dormir
en el garage, recostado en la pared
aunque despierto muy cansado.
que decidí ser bicicleta.
Mis piernas son ahora ruedas
y mis brazos los manubrios.
Ahora ruedo en la banqueta
orgulloso de mi decisión.
Y mis alumnos son felices
porque su profesor es bicicleta.
Cuando encuentro a mi estudiante más pequeña
se monta en mis hombros
y llegamos los dos a nuestra clase.
A veces recuerdo cuando era motoneta
solía echar humo por detrás
un humo que contamina nuestro mundo.
Era difícil también dormir con mi mujer,
se divorció de mi presencia.
Yo la entiendo. Ahora prefiero dormir
en el garage, recostado en la pared
aunque despierto muy cansado.
de ruedas y manubrios
viernes, marzo 16, 2012
Un arte / Elizabeth Bishop
El arte de perder no es un arte difícil;
tantas cosas parecen colmadas de un propósito
de pérdida que cuando se pierden no es muy trágico.
Pierdan a diario algo.
Acepten la molestia
de extraviar el llavero, la pérdida de tiempo.
El arte de perder no es un arte difícil.
Practiquen perder, luego, más cosas y más rápido:
lugares, nombres, dónde era que estaban yendo.
Ninguna de estas cosas es demasiado trágica.
Perdí el reloj materno. Y miren, se me ha ido
la última,o penúltima, casa que tanto amaba.
El arte de perder no es un arte difícil.
Dos hermosas ciudades, perdí.
Y algunos reinos
que poseía, dos ríos y un continente.
Y aunque, sí, los extraño, no fue una cosa trágica.
Incluso tras perderte (la voz mordaz, un gesto
que amo) no habré dicho una mentira.Es obvio
que el arte de perder no es cosa muy difícil
aunque parezca a veces (¡anoten!) algo trágico.
(Gracias Cristina Chain)
tantas cosas parecen colmadas de un propósito
de pérdida que cuando se pierden no es muy trágico.
Pierdan a diario algo.
Acepten la molestia
de extraviar el llavero, la pérdida de tiempo.
El arte de perder no es un arte difícil.
Practiquen perder, luego, más cosas y más rápido:
lugares, nombres, dónde era que estaban yendo.
Ninguna de estas cosas es demasiado trágica.
Perdí el reloj materno. Y miren, se me ha ido
la última,o penúltima, casa que tanto amaba.
El arte de perder no es un arte difícil.
Dos hermosas ciudades, perdí.
Y algunos reinos
que poseía, dos ríos y un continente.
Y aunque, sí, los extraño, no fue una cosa trágica.
Incluso tras perderte (la voz mordaz, un gesto
que amo) no habré dicho una mentira.Es obvio
que el arte de perder no es cosa muy difícil
aunque parezca a veces (¡anoten!) algo trágico.
(Gracias Cristina Chain)
Un arte / Elizabeth Bishop
jueves, marzo 15, 2012
Estará un poco muerta
Abro la puerta
encuentro una chica
ella confiesa:
"me dice cosas que me hacen creer que sí,
pero hace cosas que me hacen entender que no".
"Me sucede lo mismo" -respondo-
entonces descubre en mi rostro
una faz sin expresión
"es que estoy muerto" -le explico-
entonces toca mis extremidades rígidas
en el rostro de la chica
asoma un rictus de terror
la introduzco en la casa
la beso en la boca
pronto ella también
estará un poco muerta.
encuentro una chica
ella confiesa:
"me dice cosas que me hacen creer que sí,
pero hace cosas que me hacen entender que no".
"Me sucede lo mismo" -respondo-
entonces descubre en mi rostro
una faz sin expresión
"es que estoy muerto" -le explico-
entonces toca mis extremidades rígidas
en el rostro de la chica
asoma un rictus de terror
la introduzco en la casa
la beso en la boca
pronto ella también
estará un poco muerta.
Estará un poco muerta
una hormiga gigante
No puedo en las noches recorrer la casa
abrir la puerta del patio y descubrir
el rincón donde quedó tu cuerpo
donde te sepultamos en la oscuridad
donde quedaste clandestinamente
como una reina egipcia.
Aún cuando haga calor
el escalofrío penetra en la piel
y me invade el terror
prefiero reposar bajo llave
con la luz de las velas
hasta que pasa la noche.
En la madrugada orino en el patio
mientras veo la tumba en silencio
observando la tierra
donde reposan tus restos
envuelta en una frazada
donde riego con amoniaco
para ahuyentar animales hambrientos
que te podrían destrozar.
los disparos de metralleta
resuenan en la noche
son como láminas golpeando fuertemente
como si el viento azotara el mundo
guío el automóvil de regreso a casa
lentamente, escuchando poemas de alguna mujer
en su propia voz, en voz alta
me detengo ante un retén de soldados
y policías enmascarados
mostrando metralletas
alguien más ha muerto hoy
la noche no descansa
una hormiga gigante detiene el tráfico
intenta darse vuelta torpemente
espero paciente
como todo mundo
acostumbrado al caos
a la muerte
a la desolación.
abrir la puerta del patio y descubrir
el rincón donde quedó tu cuerpo
donde te sepultamos en la oscuridad
donde quedaste clandestinamente
como una reina egipcia.
Aún cuando haga calor
el escalofrío penetra en la piel
y me invade el terror
prefiero reposar bajo llave
con la luz de las velas
hasta que pasa la noche.
En la madrugada orino en el patio
mientras veo la tumba en silencio
observando la tierra
donde reposan tus restos
envuelta en una frazada
donde riego con amoniaco
para ahuyentar animales hambrientos
que te podrían destrozar.
los disparos de metralleta
resuenan en la noche
son como láminas golpeando fuertemente
como si el viento azotara el mundo
guío el automóvil de regreso a casa
lentamente, escuchando poemas de alguna mujer
en su propia voz, en voz alta
me detengo ante un retén de soldados
y policías enmascarados
mostrando metralletas
alguien más ha muerto hoy
la noche no descansa
una hormiga gigante detiene el tráfico
intenta darse vuelta torpemente
espero paciente
como todo mundo
acostumbrado al caos
a la muerte
a la desolación.
una hormiga gigante
domingo, marzo 11, 2012
nunca jamás alcanza el tiempo
La muerte se acerca en el callejón
escucho sus pasos
he bajado la luna y las estrellas
para ofrecerle un regalo
tocaré con mi guitarra
por última vez
no quiero a nadie
quiero morir en el estudio
apagaré el teléfono
me desconecto de Internet
me acompaña la tristeza
bajo a despedirme
de mi perro en su tumba
un escalofrío en los huesos
regreso al estudio
no hay tiempo
para resolver nada
nunca jamás alcanza el tiempo.
escucho sus pasos
he bajado la luna y las estrellas
para ofrecerle un regalo
tocaré con mi guitarra
por última vez
no quiero a nadie
quiero morir en el estudio
apagaré el teléfono
me desconecto de Internet
me acompaña la tristeza
bajo a despedirme
de mi perro en su tumba
un escalofrío en los huesos
regreso al estudio
no hay tiempo
para resolver nada
nunca jamás alcanza el tiempo.
nunca jamás alcanza el tiempo
viernes, marzo 09, 2012
la teoría de las hormigas
La teoría de las hormigas
dice que nuestro planeta es un átomo
en el cuerpo de una hormiga gigante
aunque no lo entendáis
la hormiga no es gigante
es solo un insecto social
dentro de esa hormiga
tengo un nuevo amor
el amor te hace sentir vivo
irradias felicidad
en los poros del Universo
si tienes un amigo que toca tambor
el corazón es un ventilador
la venta de ropa interior está al dos por uno
es muy padre volar
flotar encima de las ciudades
y la belleza inexpresiva
de las fotografías post mortem
¿será acaso ésto posible?
dice que nuestro planeta es un átomo
en el cuerpo de una hormiga gigante
aunque no lo entendáis
la hormiga no es gigante
es solo un insecto social
dentro de esa hormiga
tengo un nuevo amor
el amor te hace sentir vivo
irradias felicidad
en los poros del Universo
si tienes un amigo que toca tambor
el corazón es un ventilador
la venta de ropa interior está al dos por uno
es muy padre volar
flotar encima de las ciudades
y la belleza inexpresiva
de las fotografías post mortem
¿será acaso ésto posible?
la teoría de las hormigas
La tumba
Mi estudio
semeja una tumba
en tiempos de los faraones
no tengo ventanas
-o las he cerrado-
con muros enormes
sin entrada
rodeado de objetos
que vivieron conmigo
la desolación
abruma
ya no tiene sentido
leer éstos libros
el terrible silencio
mata
solo han olvidado
sepultar conmigo
a una mujer
solo ésto hecho en falta.
semeja una tumba
en tiempos de los faraones
no tengo ventanas
-o las he cerrado-
con muros enormes
sin entrada
rodeado de objetos
que vivieron conmigo
la desolación
abruma
ya no tiene sentido
leer éstos libros
el terrible silencio
mata
solo han olvidado
sepultar conmigo
a una mujer
solo ésto hecho en falta.
La tumba
viernes, marzo 02, 2012
Amor
Una noche terrible de tormenta
metidos en una frazada
los amantes semidormidos;
ella le cortó los testículos
con sus hermosas piernas
"no quiero tu sexo" -dijo.
Un temblor tan fuerte
estremeció la casa
volcó estanterías
tembló arriba y debajo
ella le cortó los brazos
"no quiero tu cariño" -dijo.
Entonces él arrastró su cuerpo
con gran dolor, la noche espesa
con estruendo tenebroso
ella le cortó las piernas
con una motosierra, desde el tronco
"no quiero que me busques" -dijo.
Sin poder arrastrarse
en medio de su propia muerte
severos aullidos que se confundían
con la tenebrosa noche
ella le cortó la lengua e insertó
un picahielos en los ojos
"no quiero tu deseo" -le dijo.
Ésto hizo la novia
con sangre fría inaudita
una mujer ensombrecida
con el rostgro pálido, confundida
emapapada en sangre, aún así
encajó una barreta en el estómago.
La noche espeluznante
sombras acercando sus vanas figuras
flotaban, acercando el espanto
la mujer ciega, barreta en mano
llena de sombras, ennegrecida,
cubierta de miedo, la noche terrible
espeluznante, etérea.
metidos en una frazada
los amantes semidormidos;
ella le cortó los testículos
con sus hermosas piernas
"no quiero tu sexo" -dijo.
Un temblor tan fuerte
estremeció la casa
volcó estanterías
tembló arriba y debajo
ella le cortó los brazos
"no quiero tu cariño" -dijo.
Entonces él arrastró su cuerpo
con gran dolor, la noche espesa
con estruendo tenebroso
ella le cortó las piernas
con una motosierra, desde el tronco
"no quiero que me busques" -dijo.
Sin poder arrastrarse
en medio de su propia muerte
severos aullidos que se confundían
con la tenebrosa noche
ella le cortó la lengua e insertó
un picahielos en los ojos
"no quiero tu deseo" -le dijo.
Ésto hizo la novia
con sangre fría inaudita
una mujer ensombrecida
con el rostgro pálido, confundida
emapapada en sangre, aún así
encajó una barreta en el estómago.
La noche espeluznante
sombras acercando sus vanas figuras
flotaban, acercando el espanto
la mujer ciega, barreta en mano
llena de sombras, ennegrecida,
cubierta de miedo, la noche terrible
espeluznante, etérea.
Amor
jueves, marzo 01, 2012
el deseo perdido
Perdí la conexión a Internet.
Es demasiado tarde para dormir,
demasiado temprano para la calle.
El frío penetra en la habitación.
La desolación y el desamor
deambulan con un olor a muerte.
El mundo en sombras.
Los fantasmas en la planta baja
provocan escalofrío en la piel.
Me encierro con llave en el estudio.
El puto corazón que se estremece.
No puedo revisar los poemas
que se quedaron en la nube.
Ni puedo conversar con alguien.
Mis manos temblorosas.
Oprimo algunas teclas.
Ingiero pastillas, no importa qué.
Toda la piel es un escozor impreciso.
Escribo cosas sin sentido.
No tengo Internet, no tengo a nadie.
Puedo hablar en el espejo
intentar atenuar
la memoria, el deseo perdido.
De cualquier forma
si entro a la red
no tengo a nadie
pero espera,
en el lejano horizonte
esa débil luz aparece.
Es demasiado tarde para dormir,
demasiado temprano para la calle.
El frío penetra en la habitación.
La desolación y el desamor
deambulan con un olor a muerte.
El mundo en sombras.
Los fantasmas en la planta baja
provocan escalofrío en la piel.
Me encierro con llave en el estudio.
El puto corazón que se estremece.
No puedo revisar los poemas
que se quedaron en la nube.
Ni puedo conversar con alguien.
Mis manos temblorosas.
Oprimo algunas teclas.
Ingiero pastillas, no importa qué.
Toda la piel es un escozor impreciso.
Escribo cosas sin sentido.
No tengo Internet, no tengo a nadie.
Puedo hablar en el espejo
intentar atenuar
la memoria, el deseo perdido.
De cualquier forma
si entro a la red
no tengo a nadie
pero espera,
en el lejano horizonte
esa débil luz aparece.
el deseo perdido
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