sábado, abril 25, 2009

La gripe del puerco

Me puse mi tapabocas
y me dispuse a salir
para jugar arrancones
con los taxistas y los
microbuseros.

Así es que enfilé
directamente hacia el
zócalo.

Estuve a punto de chocar
con un microbusero
cuando me pegué de costado
a su vehículo,
el operador lanzaba espuma
por la boca.

"¡Bájate cabrón!" -me dijo,
"¡A ver si eres tan bueno,
como la gripe del puerco!".
-insistió.

El operador detuvo la cosa
y se bajó del microbús,
pero yo aceleré.

Se quedó lanzando maldiciones
pero gané otra vez.

Me detuve junto al bar
"Iguanas ranas",
para tomar una cerveza.
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1 comentario:

lichazul dijo...

supongo que para las "chelas " la tapaboca hizo una tregua en el camino y liberó a su prisionero...

muakis de sol
cuidate , los reflejos a veces con uno o dos grados más tienden a quedarse "pegaos"


felíz fin de semanita