jueves, abril 01, 2010

Banda Sonora / sin voz/ Crónicas clónicas de una Amante

Me gustabas también porque no tenías música, ninguna canción para dedicarme.
Tú escuchabas una radioreloj, porque era lo que sabías prender y apagar sin mayor trámite.

La última vez sonaba, a través del teléfono, tu leve música clásica.
Tú y tus silencios que en esa oportunidad no me impacientaron como siempre, al contrario, sirvieron para llenarlos de mi llanto sin voz.

Me gustabas también porque no cantabas ni silbabas. Seguramente lo hacías solo, siempre vas solo. Quizás qué silbabas. alguna de Debussy o de la "Nueva Ola", esa ola que nunca reventó sobre mis pies, dejándolos limpios del dolor de tanto laberinto.

Hoy estoy que muero al fin, porque anoche caí a una cama de media plaza y no sabía como situarme en sus brazos y me sentí como la Anne Bancroft frente al graduado, poniéndome las medias negras- piernas blancas con el desgano que da vestirse cuando aún estás temblando, tarareando tututu mrs robinson jesus loves you more than you will know hey hey hey, silbándola hacia dentro.
nada patética, solo chascona .
Él se fue en un radiotaxi rojo y quedó sonando un disco de los blops, algo jipi para no recordar nada especial y lo apagué antes que los queltehues comenzaran a cantar a la niebla.
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