Das la vuelta a una esquina
y una mujer choca contigo.
Ella exclama "¡Oh!".
Tú dices "¡Perdón!".
Entonces se ven,
el uno al otro.
Están perdidos.
Confusos.
Fuera de control.
Queriendo tocarse.
Y se tocan.
Así te conocí.
De un modo parecido.
No conseguimos escapar.
Estamos atrapados.
Es el destino.

No hay comentarios.:
Publicar un comentario