Fuí a comprar el periódico
enfilé la camioneta nueva
rumbo al centro, para buscar
un estacionamiento y caminar
al puesto de periódicos
el encargado de guardar los
autos se levantó de mala gana
y estacionó el vehículo
afuera llovía como si fuera
una regadera
regresé por mi paraguas y
el encargado escupió en el
suelo
decidí entrar a una librería
de viejo que hace mucho no visito
compré tres libros de Poesía
compré también tres diarios
me paré a tomar un expresso
doble cortado
la chica que atiende los
sábados no parece estar
muy necesitada del empleo
me aposté en la barra
me quedé mirando el piercing
en su ombligo.
sábado, septiembre 01, 2007
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