Ahora me voy cojeando a casa, ahora me vuelvo viejo,
mi saco está gastado; mi cuarto frío;
me enrollo en las cobijas
y apago la luz: estoy solo.
Ahora estoy sentado aquí, ahora me vuelvo viejo,
tengo una función, pero no tengo poder;
se me promete aquello que me gustaría hacer,
pero recibo otra orden: soy una nada.
Ahora brama mi oído, ahora me vuelvo viejo;
da lo mismo, si tengo mano sobre mano que
si tengo una idea cuando escribo:
me estoy desvaneciendo, mi obra no se publicará.
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