Cuando la lluvia arrecia
debes cuidarte de los escorpiones
entran por todas partes
en busca de refugio
no hacen mal, excepto
si les provocas;
las paredes son húmedas
no veo como antes,
escribo borroso
el gato ha salido
busca un festín de insectos
como si fuera un Sánborns;
hay buffet, por cierto
no ingieras grasas
evita el café
y las gaseosas, es mejor;
escucha el ruido del agua
¿escuchas?
la lluvia amainó
sal a disfrutar
el fresco nocturno,
la sensación de estar vivo
el sueño y el viento;
no escribas
la melancolía provoca
y soy tuya desde siempre
diluida en la noche
que no existe, y tú
no lo sabes de cierto
lo supones, solamente.
sábado, febrero 28, 2009
No soy poeta
No volveré a submitir ningún libro de poemas
a ninguna convocatoria de poesía
no volveré a publicar nada
no escribiré jamás
no escribiré jamás
ningún poema
me retiro
me aparto de la vida de poetas
me retracto de lo escrito
no leeré a poetas
no soy poeta
no lo soy
no escribo poemas
no son poemas
no lo son
no
no sé qué son
ni porqué
nada son
venga,
vámonos al diablo.
a ninguna convocatoria de poesía
no volveré a publicar nada
no escribiré jamás
no escribiré jamás
ningún poema
me retiro
me aparto de la vida de poetas
me retracto de lo escrito
no leeré a poetas
no soy poeta
no lo soy
no escribo poemas
no son poemas
no lo son
no
no sé qué son
ni porqué
nada son
venga,
vámonos al diablo.
No soy poeta
Los novios
Los novios llegan en un auto blanco
como la nieve, seguidos de una caravana
de autos mortuorios y descienden
tomados de las manos
y haciendo camino
hasta la casa del novio,
los dos están muertos
estremecidos por un viento helado,
se besan y sus rostros pálidos
y duros como la roca se juntan.
Después de la boda,
volverán a sus tumbas,
cada uno en su féretro
al mausoleo familiar,
no habían sido enterrados
pues la boda no se había consumado
descansarán separados, acaso
los muertos escuchan
la voz de los vivos
solamente observan,
detrás de un espejo
detrás de las tumbas
de mármol.
como la nieve, seguidos de una caravana
de autos mortuorios y descienden
tomados de las manos
y haciendo camino
hasta la casa del novio,
los dos están muertos
estremecidos por un viento helado,
se besan y sus rostros pálidos
y duros como la roca se juntan.
Después de la boda,
volverán a sus tumbas,
cada uno en su féretro
al mausoleo familiar,
no habían sido enterrados
pues la boda no se había consumado
descansarán separados, acaso
los muertos escuchan
la voz de los vivos
solamente observan,
detrás de un espejo
detrás de las tumbas
de mármol.
Los novios
El monstruo
En el traspatio de casa
vive un monstruo
él asoma su rostro
en las noches oscuras
negras muy negras
donde no se ve nada;
cuando es medianoche
yo salgo al traspatio
entonces me observa
de los dedos de los pies
al cabello
y se apodera de mí;
todas las noches oscuras
él monstruo me toma
con roja pasión y lujuria
yo me abandono
a su placer y al éxtasis
con profundo erotismo
cuando salgo desnudo
al traspatio.
vive un monstruo
él asoma su rostro
en las noches oscuras
negras muy negras
donde no se ve nada;
cuando es medianoche
yo salgo al traspatio
entonces me observa
de los dedos de los pies
al cabello
y se apodera de mí;
todas las noches oscuras
él monstruo me toma
con roja pasión y lujuria
yo me abandono
a su placer y al éxtasis
con profundo erotismo
cuando salgo desnudo
al traspatio.
El monstruo
viernes, febrero 27, 2009
Oxtotémpan
Estábamos mirando las cuevas de Oxtotémpan
y sus pinturas rupestres
y comprando chocolates
me hace falta una cerveza -dije
descendimos del monte
y retornamos a la civilización
así que fuimos a un mercado
que se instala los domingos
en las calles de la ciudad
entonces abrí la portezuela
y un autobús de pasajeros
acelerado como un demonio
arrancó la puerta de mi auto;
"eres un imbécil" dijo el conductor
"nada más te faltó extender la mano
y una pierna, o la cabeza"
el buen hombre huyó a toda prisa
y recogimos la puerta del auto
para intentar fijarla
con algunas correas
"necesitas una gran reparación,
querida puerta,
tienes muchos estropicios"
-éso dije
pero mis brazos iban temblorosos
de un sitio a otro del camino,
encendí un cigarro y
volvimos como pudimos
al final, compramos otra puerta.
y sus pinturas rupestres
y comprando chocolates
me hace falta una cerveza -dije
descendimos del monte
y retornamos a la civilización
así que fuimos a un mercado
que se instala los domingos
en las calles de la ciudad
entonces abrí la portezuela
y un autobús de pasajeros
acelerado como un demonio
arrancó la puerta de mi auto;
"eres un imbécil" dijo el conductor
"nada más te faltó extender la mano
y una pierna, o la cabeza"
el buen hombre huyó a toda prisa
y recogimos la puerta del auto
para intentar fijarla
con algunas correas
"necesitas una gran reparación,
querida puerta,
tienes muchos estropicios"
-éso dije
pero mis brazos iban temblorosos
de un sitio a otro del camino,
encendí un cigarro y
volvimos como pudimos
al final, compramos otra puerta.
Oxtotémpan
Presentan una antología, poeta incluído
Presentan una antología, poeta incluído.
Mierda, llovió todo el camino
decidí alojarme en el hotel
donde queda la cantina "El Farolito"
que Malcolm Lowry hizo famosa.
Me dieron un cuarto en el sótano,
este hotel fue alguna vez cárcel
y calabozo, es muy antiguo.
Me largué a la presentación del libro.
Hola, soy uno de los poetas, dije.
Pase a la taquilla y pague, me dijeron.
Pagué, luego ví a mi anfitrión
el libro cuesta 100 pesos, dijo.
No lo compré, pero entré,
mi asiento tenía una gotera.
Aquí está uno de los poetas, gritó
mi anfitrión, pero no dijo mi nombre.
No dijo mi nombre.
Los músicos subían al estrado
El sitio estaba lleno.
Tocarán tres bandas, de blues
éso esta bien, -pensé
es mejor que oir a poetas.
Cada vez que había un intermedio
mi anfitrión subía y repetía:
"Pasen a comprar el libro."
Algunos pasaban.
Al final, vino el anfitrión,
me regaló un libro,
tus poemas son de lo mejor, dijo.
Lo dejé, el concierto había terminado
todos los músicos eran infames
algunos se veían borrachos.
Busqué algún lugar de comida.
Eran las doce o un poco menos.
Y pasé una noche terrible.
En estos pasillos oscuros
caminó Malcolm Lowry.
Mierda, llovió todo el camino
decidí alojarme en el hotel
donde queda la cantina "El Farolito"
que Malcolm Lowry hizo famosa.
Me dieron un cuarto en el sótano,
este hotel fue alguna vez cárcel
y calabozo, es muy antiguo.
Me largué a la presentación del libro.
Hola, soy uno de los poetas, dije.
Pase a la taquilla y pague, me dijeron.
Pagué, luego ví a mi anfitrión
el libro cuesta 100 pesos, dijo.
No lo compré, pero entré,
mi asiento tenía una gotera.
Aquí está uno de los poetas, gritó
mi anfitrión, pero no dijo mi nombre.
No dijo mi nombre.
Los músicos subían al estrado
El sitio estaba lleno.
Tocarán tres bandas, de blues
éso esta bien, -pensé
es mejor que oir a poetas.
Cada vez que había un intermedio
mi anfitrión subía y repetía:
"Pasen a comprar el libro."
Algunos pasaban.
Al final, vino el anfitrión,
me regaló un libro,
tus poemas son de lo mejor, dijo.
Lo dejé, el concierto había terminado
todos los músicos eran infames
algunos se veían borrachos.
Busqué algún lugar de comida.
Eran las doce o un poco menos.
Y pasé una noche terrible.
En estos pasillos oscuros
caminó Malcolm Lowry.
Presentan una antología, poeta incluído
martes, febrero 17, 2009
miércoles, febrero 11, 2009
El día que Roberto se convirtió en libro
Aún lo recuerdo, sucio, con el cabello largo
leyendo poemas
en la torre de Rectoría
parecía el hermano gemelo de Mario Santiago
caminábamos bajo la lluvia, un grupo de jóvenes poetas
que mas bien parecíamos, una pandilla de maleantes;
en busca de alcohol y un poco de tabaco, para
paliar el frío en Ciudad de México
en los años setentas, cuando la inconformidad estudiantil
se mostraba en los mercados, con altavoces
hablando mal del gobierno, por supuesto
que los jóvenes siempre tuvimos la razón de nuestro lado.
En la glorieta de Tlalpan, con José Peguero, bebiendo pisco
en espera de la luna, para leer poemas que inventábamos
mirando a los sonámbulos trasvestis, discutiendo
sobre Poesía y Poetas. Todos compartimos
aquel viejo amor por la Poesía que nos corría en las venas
pues creímos, que todo Poeta era inmortal.
En los muelles de Cataluña, pensando en las muertas de Juárez,
taciturno, mirando el mar mediterráneo, respirando el pasado
esperando a que lloviera, en espera del milagro
trabajando para ello, así ocurrió, Roberto Bolaño, se
convirtió en libro, en el Hospital de Vall d'Hebron
cerca de la salida de la estación del Metro con el mismo nombre
en Barcelona.
leyendo poemas
en la torre de Rectoría
parecía el hermano gemelo de Mario Santiago
caminábamos bajo la lluvia, un grupo de jóvenes poetas
que mas bien parecíamos, una pandilla de maleantes;
en busca de alcohol y un poco de tabaco, para
paliar el frío en Ciudad de México
en los años setentas, cuando la inconformidad estudiantil
se mostraba en los mercados, con altavoces
hablando mal del gobierno, por supuesto
que los jóvenes siempre tuvimos la razón de nuestro lado.
En la glorieta de Tlalpan, con José Peguero, bebiendo pisco
en espera de la luna, para leer poemas que inventábamos
mirando a los sonámbulos trasvestis, discutiendo
sobre Poesía y Poetas. Todos compartimos
aquel viejo amor por la Poesía que nos corría en las venas
pues creímos, que todo Poeta era inmortal.
En los muelles de Cataluña, pensando en las muertas de Juárez,
taciturno, mirando el mar mediterráneo, respirando el pasado
esperando a que lloviera, en espera del milagro
trabajando para ello, así ocurrió, Roberto Bolaño, se
convirtió en libro, en el Hospital de Vall d'Hebron
cerca de la salida de la estación del Metro con el mismo nombre
en Barcelona.
El día que Roberto se convirtió en libro
martes, febrero 10, 2009
A veces pienso
A veces pienso
que debo escribir miles de Poemas
sentado en una estación de autobuses
contemplo a los turistas
transportando maletas
como si arrastraran su corazón
acostumbro a fijar la vista en mujeres
examino sus caderas
observo sus gestos
escucho su voz
suelo pasar desapercibido
como mis poemas
extraviados
en un espacio virtual
como éste
donde lectores temerarios
asoman su rostro
como si empujaran su corazón
a veces pienso
que debo escribir miles y miles de poemas
como éste,
a veces pienso.
que debo escribir miles de Poemas
sentado en una estación de autobuses
contemplo a los turistas
transportando maletas
como si arrastraran su corazón
acostumbro a fijar la vista en mujeres
examino sus caderas
observo sus gestos
escucho su voz
suelo pasar desapercibido
como mis poemas
extraviados
en un espacio virtual
como éste
donde lectores temerarios
asoman su rostro
como si empujaran su corazón
a veces pienso
que debo escribir miles y miles de poemas
como éste,
a veces pienso.
A veces pienso
La vida es un viaje
A mí me parece que la vida
puede entenderse como un viaje
en una nave al través del espacio.
Es un viaje sin retorno
ni pasado ni presente ni futuro,
todo consiste en esperar
y esperar y esperar.
Así lo veo en las calles
en los supermercados
mirando televisión
subiendo al automóvil
haciendo fila en los bancos
escuchando noticias
esperar y esperar y esperar.
Es una vida inútil
toda la rutina consiste en buscar
entretenimientos
distracciones, trabajo
que te absorben el tiempo
mientras aguardas
lo mismo que todos
esperar y esperar y esperar.
puede entenderse como un viaje
en una nave al través del espacio.
Es un viaje sin retorno
ni pasado ni presente ni futuro,
todo consiste en esperar
y esperar y esperar.
Así lo veo en las calles
en los supermercados
mirando televisión
subiendo al automóvil
haciendo fila en los bancos
escuchando noticias
esperar y esperar y esperar.
Es una vida inútil
toda la rutina consiste en buscar
entretenimientos
distracciones, trabajo
que te absorben el tiempo
mientras aguardas
lo mismo que todos
esperar y esperar y esperar.
La vida es un viaje
Retrato
En esta vieja foto
veo dos parejas sonrientes
de jóvenes esposos
que lucen elegantes.
Los hombres son famosos
y ricos, uno de ellos
viajó a China
en un viaje oculto de placer;
allá murió
de un ataque
al corazón.
El otro padeció de una sobredosis
de tranquilizantes
entró en coma
luego en estado vegetativo
y sus latidos
dependen de una minúscula manguera.
Las dos mujeres
han enloquecido,
la más joven
fue internada
por una fuerte adicción a las drogas
y la mayor
está recluida
en un centro
para desquiciados mentales.
veo dos parejas sonrientes
de jóvenes esposos
que lucen elegantes.
Los hombres son famosos
y ricos, uno de ellos
viajó a China
en un viaje oculto de placer;
allá murió
de un ataque
al corazón.
El otro padeció de una sobredosis
de tranquilizantes
entró en coma
luego en estado vegetativo
y sus latidos
dependen de una minúscula manguera.
Las dos mujeres
han enloquecido,
la más joven
fue internada
por una fuerte adicción a las drogas
y la mayor
está recluida
en un centro
para desquiciados mentales.
Retrato
Mikel Malmborg
En Barcelona,
vivía con un joven austriaco
que tenía muchas novias
él se hacía el examen del sida
cada mes, pero este no era el asunto,
el caso es que siempre desayunaba
lo mismo: croissants de chocolate
huevos con tocino y pan en mantequilla
yo desayunaba refrescos de dieta
y claras de huevo
en pan sin azúcar
luego él se iba al trabajo
yo entraba en un bar
para leer el periódico
y decidir qué hacer
el resto del día,
por la noche cenábamos juntos
él traía hamburguesas con tocino
y queso amarillo
yo cenaba leche deslactosada
y pan sin azúcar
después sucedió
se infectó con el sida
y regresó a la casa paterna;
ahora, cuando bebo cerveza
y hamburguesas con queso amarillo
y me embriago en las calles
recuerdo su vida.
vivía con un joven austriaco
que tenía muchas novias
él se hacía el examen del sida
cada mes, pero este no era el asunto,
el caso es que siempre desayunaba
lo mismo: croissants de chocolate
huevos con tocino y pan en mantequilla
yo desayunaba refrescos de dieta
y claras de huevo
en pan sin azúcar
luego él se iba al trabajo
yo entraba en un bar
para leer el periódico
y decidir qué hacer
el resto del día,
por la noche cenábamos juntos
él traía hamburguesas con tocino
y queso amarillo
yo cenaba leche deslactosada
y pan sin azúcar
después sucedió
se infectó con el sida
y regresó a la casa paterna;
ahora, cuando bebo cerveza
y hamburguesas con queso amarillo
y me embriago en las calles
recuerdo su vida.
Mikel Malmborg
domingo, febrero 08, 2009
Puesta de sol
Puesta de sol
-Edgar Artaud
"Uno reencarna
en la mujer que ama.
La reencarnación no es
un proceso a futuro,
sino estacionario
en el tiempo"
-eso dijo,
y yo asentí
como entendiendo.
Estuve a punto de morir
quedé encerrado
a piedra y lodo,
quería estar
indefenso
ante la muerte.
Mi mujer consiguió ayuda
rompieron la puerta.
Estaba ciego
debilitado
entristecido;
enmudecí
no percibía.
Ella me salvó la vida
para asesinarme
una y otra vez
con endiablado placer.
Una muerte en vida
por cada puesta de sol.
Puesta de sol
jueves, febrero 05, 2009
martes, febrero 03, 2009
Mariano
Estimado Mariano
Sé que estás un poco impaciente por que aún no
he terminado tu página Web, ya sé que siempre
estoy atareado y me saturo de actividades
inimaginables de todo tipo y avanzo muuuy
lentamente en la reformulación de tu página
y la instalación de tus pinturas en el museo
virtual.
Pero tu ya estas muerto y entiendo tu desesperación,
prometo distraer tiempo esta semana de mis
trabajos para hacer lo que me pides, aunque ahora
es imposible que me pagues algo, si antes no lo
hacías, ahora menos, en vida debiste pagarme
los pequeños trabajos que hice, todos necesitamos
dinero, si me hubieses pagado, hubiera puesto mas
empeño, en fin, amigo mio, construiré lo que
hemos acordado, ya lo veras, te doy mi palabra.
Edgar
Sé que estás un poco impaciente por que aún no
he terminado tu página Web, ya sé que siempre
estoy atareado y me saturo de actividades
inimaginables de todo tipo y avanzo muuuy
lentamente en la reformulación de tu página
y la instalación de tus pinturas en el museo
virtual.
Pero tu ya estas muerto y entiendo tu desesperación,
prometo distraer tiempo esta semana de mis
trabajos para hacer lo que me pides, aunque ahora
es imposible que me pagues algo, si antes no lo
hacías, ahora menos, en vida debiste pagarme
los pequeños trabajos que hice, todos necesitamos
dinero, si me hubieses pagado, hubiera puesto mas
empeño, en fin, amigo mio, construiré lo que
hemos acordado, ya lo veras, te doy mi palabra.
Edgar
Mariano
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