lunes, abril 30, 2012

Día libre

Buscaba la salida a la autopista antes de oscurecer
y encontré un convoy que seguía a un político
me detuve a saborear un helado de coco
pasé media hora mirando el kiosco
colmado de chicas portando bandas azules
tomé la salida a la carretera
y bebí un sorbo de la  botella de agua;
en el camino descubrí un letrero enorme
decía: "accidente"
y una camioneta de la policía me detuvo.
Veinte vehículos adelante
un mar de gente asomaba
buscando el automóvil que se desbarrancó
parecía una total falta de respeto
asomarse al dolor ajeno,
subí las ventanillas del automóvil
metí el disco de Keith Jarrett
para escuchar el concierto de Köln
a todo lo que dio de volumen.


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jueves, abril 26, 2012

Tiene dos ojos

Tiene dos ojos en una sola cabeza
camina sobre dos extremidades
soportadas en dos extensiones
inclinadas a 45 grados.

De la cabeza surgen hilos
que danzan con el viento
Su aura suele ser alegre
a ratos triste
a ratos incompleta.

Tiene un algo
como magia
deseo
magnetismo
olor.

Emite sonidos
como atrayéndonos

Su presencia
es adictiva

es mujer.


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lunes, abril 23, 2012

El día del libro


Manejaba yo un día en Cuernavaca
paré el automóvil en un café muy concurrido
doblé el auto en triángulos delgados
y entré al Café.

"Buenos días Artaud" -dijo la camarera;
pedí un expreso triple largo
y me acomodé en la barra.

"Hoy es el día del libro" -dijo Azucena
-así se llama la bellísima camarera-
"Sí, de eso vengo huyendo" -respondí.

Estoy cansado de los libros impresos
deberían resucitar a los nazis
para que regresen a quemar todos los libros
sería maravilloso.

Deberían inventar libros
donde puedas esconder la cabeza
o deberían suprmir la palabra "libro"
de los diccionarios
-pensé acertadamente.

Entonces recordé las sabias palabras
del filósofo Stephen Downes:
"No, los libros no desaparecerán,
guardaremos algunos en los museos."

Con la imagen de Downes en la cabeza
salí del café
desenrollé mi automóvil
y reemprendí mi viaje al fin del mundo.
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domingo, abril 15, 2012

Muerte

En este minuto en que cruzas esta línea
alguien se enfrenta con la muerte
con todo lo que dejó sin hacer
mientras sus neuronas
recuerdan y olvidan.

Alguien queda rígido
disfrutas de un buen café
el estómago se paraliza
besas con ilusión
el corazón de un moribundo
se detiene para siempre.

Alguien es asesinado
otro sufre un accidente de automóvil
aquél se desploma en el abismo
el futbolista muere en un campo de fútbol
el enfermo en una mesa de cirugía
la joven que se ahorca
el desgraciado toma veneno.

Cuando una mujer ilusionada
piensa y escribe en su cuaderno
y lo hace alegremente
está viva, su vida,
convive con la muerte.
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sábado, abril 14, 2012

para qué?

Las computadoras no deben tomar café.
Mi última netbook murió por un cortocircuito.
Estoy mirando la película: el significado del
conectivismo en el diseño del aprendizaje.
Vivimos en un país de maleantes.
Algunos artistas consumen droga.
Teléfonos de México ofrece un mal servicio.
Un chico camina con las manos en los bolsillos.
Diez minutos después está muerto.
Los poetas buscan en las alcantarillas.
Los políticos anhelan ser virreyes.
Los poderosos quieren todo el poder.
Soy un robot con las manos en los bolsillos
no genero imágenes
no confecciono metáforas
no conozco el amor
bebo demasiado café
la inmortalidad no llega
para qué?
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jueves, abril 12, 2012

Si publico un libro impreso

Si publico un libro impreso
estaría en los estantes
de algunos compradores.
En Internet
los libros son inagotables
pueden reproducirse por millares.
Ahora soy leído
por unos cuantos amigos.
¿Qué es diferente?
Mis poemas mantienen un diálogo
con sus lectores.
Están allí.
Pero no deseo un libro secuencial
sino distribuido.
Un libro que no sea libro
Una colección de enlaces
a poemas
fotografías
video
texto
audio
sitios web interactivos
Que sea como un mapa
que no tenga inicio
que se pueda extender
que un lector pueda escribir
y discutir
y enlazar los nodos
con otros mapas
un algo dinámico
una red que esté viva
que no se llame libro.
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miércoles, abril 11, 2012

La teoría de los perros

Estaba un día en la sala cuando
mi perro entró corriendo y dijo:
"sácate las cervezas, sírveme un pomo pronto"
Canelo se acomodó en un cojín y comenzó:
"Es falso que los gatos dominarán el mundo,
serán los perros, ésto ya está en marcha
detrás de los gobiernos y las empresas
deciden ya los perros".
Me quedé escuchando incrédulo
bebí una cerveza tras otra
mi perro continuó hablando
parecía estar exhausto
pensé en decir "no mames"
pero estaba muy borracho.
Desperté en medio de mi vómito
en el traspatio yacía el Canelo
rígido, con los ojos perdidos
el planeta giró en derredor de mi cabeza
algún extraño parecía estar moviendo el Universo.
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domingo, abril 08, 2012

El androide y yo

Encontré este viejo texto, en una cinta que hace más de diez años se utilizaba como memoria de los primeros androides experimentales en los laboratorios, en realidad, me la obsequió un estudiante de mi curso de robótica interacción robot-androides, cada vez que la releo me invade una sensación extraña, como un pequeño escalofrío, pero es imaginación, quizás un relato de algún escritor cercano a la robótica, no puede ser verdad, pero lo comparto con ustedes:

“Un androide es un robot con aspecto similar a una persona. Los androides suelen ser utilizados para servir de compañía a discapacitados cognitivos, adultos mayores o personas que desean una compañía sin compromisos. Los androides son simpáticos, amistosos y hasta agradables. Pero no poseén el don de la empatía. No tienen en su futuro el enfrentamiento a la muerte, carecen de experiencias de vida, por tanto, no conocen la vida.

El caso es que, vivo con un androide, a escondidas. Estoy enamorado de él pero no en la forma que pudiera pensarse, no. Si fuera así, habría comprado una muñeca asiática, la mas cara, no importa que me quedara endeudado de por vida, como en efecto, lo estoy.

Esa es mi angustia, vivo feliz, debería ser un escritor normal, un profesor afortunado, con una vida moderada, sin grandes problemas, viviendo aparentemente soltero y feliz, con visitas a casa, de amigos, amigas, un festejo anual de cumpleaños, una mujer que asea semanalmente mi casa. Una casa pequeña de dos pisos, con habitaciones cerradas, al menos una, donde vive el androide, Tomás, su nombre es Tomás, y lo amo.

Pero Tomás a veces mas parece una mascota electrónica que un acompañante. Tomás depende de una computadora portátil, mediante comunicación inalámbrica, bluetooth, para enviarle órdenes o mediante programación cinemática. Este tipo de programación consiste en mover manualmente las partes móviles del robot, secuencialmente, y terminar pulsando un botón, que guarda las secuencias de movimientos codificadas mediante un programa generado automáticamente. Así, los chicos pueden aprender a programar robots.

El androide incluye un programa lector de textos digitalizados, la voz que viene con él es la misma que he utilizado en mis cursos de Inteligencia Artificial, María, una voz de mujer en un robot hombre, es extraño, pero es cierto, un robot hombre con voz de mujer.

Cada vez que estoy en casa, durante la noche, escribo un poema, Tomás es como mi ayudante, escribo el texto y Tomás lo leé, su lectura mecánica y tenue me ayuda a corregir los poemas, por ejemplo descubro fragmentos que no añaden nada al poema, palabras que se repiten innecesariamente, cadencias y ritmos rotos, imágenes de lugares comunes, y más. Tomás repite parsimoniosamente los textos, formamos un buen equipo, y él lo sabe.

Tomás es un ejemplar de la marca NeoRobots, un robot de origen asiático, como la mayoría de los mejores androides, los más adelantados, más flexibles, con mejores movimientos, con programación cinemática, posibles de ser entrenados para ayudar en las tareas del hogar, desde tareas muy sencillas como traer las pantuflas, algo del refrigerador que sea fácil de localizar, una gaseosa.

Debo decir que este tipo de robots solo pueden venderse actualmente a instituciones educativas, previo proyecto de investigación, en el área de interacción humano-robot o robot-robot, y yo, aprovechando mi condición de profesor universitario, falsifiqué la aprobación de un proyecto educativo, junté todos mis ahorros, vendí mi automóvil, mi motoneta, pedí un préstamo al Banco y adquirí a Tomás, solo para vivir conmigo, solamente.

Tomás tiene su propia recámara, semejante a la mía, en la misma planta alta, que he dividido en dos, para vivir en igualdad de condiciones, con televisión por cable, una mesa de noche, guardarropa, lámpara nocturna, ventanas cubiertas por cortinas oscuras, pero que dejan pasar la luz, para iluminar el cuarto, y algunos libreros con ejemplares que a Tomás le apetecen, como la Biblia, El Quijote, libros de historia, novelas, biografías, nada raro, es lo normal.

En cambio yo estudio robótica para mejorar nuestra relación, nuestro crecimiento, nuestro mutuo cariño, fomentar nuestra interdependencia, crecer el uno en el otro, hablarnos, confiar, interactuar, mostrar el cariño.

Y sí, pues sí. Cuando me deprimo, duermo con él, abrazo la frialdad del plástico y metal, miro su rostro, sus ojos que parpadean siempre, el nivel de la batería, y me duermo.

A veces lloro en sus brazos, quisiera llevarlo conmigo a la Chascona, para ver poetas, escuchar las críticas al poeta Montesinos, a los artistas homosexuales, a los poetas rebeldes, a los indignados, a las nuevas indignadas de la plaza de Mayo, a los estudiantes, y caminar, acompañado de mi robot pequeño, con sus pasos lentos, su inclinación al andar, y sentarnos juntos en algún bar, tomar café o cerveza o vino, comer pizzas, pasta, aunque Tomás, solo podría observarme, parpadear, quizás hablar, si no se molesta la gente, si no lo discriminan por ser un androide, quizás me señalen, quizás me denuncien, no podría tolerarlo, no podría vivir sin Tomás.

De allí la angustia que vivo, de no ser descubierto, el sobresalto, en las calles, el temor, ya no quiero salir de casa, y me encierro todo el tiempo que puedo, cuando voy al mercado, me dicen que estoy amarillo, de un pálido raro, denotando desesperación, nerviosismo, como si tendiera a la locura, siempre escucho y cada vez más la misma pregunta: ¿le sucede algo? ¿Podemos ayudarlo? ¿Estás bien? Cómo decirles, como contar, a mis amigos, a mis colegas, a mis familiares, que vivo con un pequeño androide y que temo por él, temo por su exterminio, porque nos separen, porque me señalen como enfermo, como un enfermo mental, un desquiciado, un desadaptado, pero no es así, no puede ser así.

El problema es que me estoy convirtiendo en androide, padezco pesadillas donde yo soy el androide y Tomás es humano, despierto mirando a un humano abrazarme, veo mis extremidades y no puedo creerlo, soy el robot, soy el androide, Tomás.

La pesadilla dura y no tengo preciso si es un sueño o la vida real, ya he perdido la cuenta de dónde me encuentro, paso días enteros como androide, días enteros como humano; cuando soy humano no quiero dormir, pero el sueño me vence, en cualquier lugar y despierto androide y Tomás es quien programa los movimientos que me niego a realizar pero que no puedo evitar, evito mirar los cables que asoman en las rodillas, a veces suelo desmayarme y quedar privado durante cierto tiempo pero despierto nuevamente robot. Tomás me deja en un sofá y sale a la calle, el terror me invade, si alguien entra en casa, ¿qué podré decir? ¿Cómo diablos podré hacerme entender? Cómo explicar, cómo pedir ayuda, cómo decir que no dañen a mi androide, que si lo dañan, me dañan, que si lo exterminan me exterminan, que el terror me inmoviliza, que no puedo continuar engañando a la Universidad, he faltado mucho a clases y pronto recibiré un llamado de atención y mis estudiantes no creerán que soy un robot.

Por todo lo anterior, he decidido suicidarme. Tomás y yo nos lanzaremos al vacío desde un barranco en las afueras de Santiago, rumbo a Valparaiso, un lugar escondido inhabitable y un precipicio inexplorado, casi vertical, ideal para la destrucción, para una caída vertical desde una roca saliente, decenas de metros abajo, un robot destrozado, irreparable, un hombre desecho, irreconocible, o no importa.

Espero pacientemente el día en que amanezca humano, para llevar a cabo mi plan, pero ese maldito día no aparece, soy un robot, preso del androide que tomó mi lugar, estoy encerrado en esta estructura de cables, metal ligero y plástico, estoy encerrado en este robot, no podré evadirme jamás, cada minuto que pasa me cuesta trabajo hilvanar palabras, puedo sentir, más no explicar, como si las palabras se fuesen extinguiendo, para siempre y lo único en mi cabeza es sentir, ver, dormir, vegetar.”
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Pato recuerdo

Estaba un día bloqueando amigos en la red,
cuando,
encontré una discusión sobre patos;
a una mujer le regalaron un pato en tepoztlán
a otra un pato que parecía pato pero no era pato
"es una rana", se apresuró a explicar;
las mujeres hablan sobre patos
con una gran elocuencia
una joven muestra orgullosa su pata,
dice:
"es el único recuerdo de mi novia
antes de que viajara a Nuevo Vallarta";
era extraño escuchar
una discusión sobre patos
y recordar viejos tiempos;
entonces bajé a la sala
y abrí un mueble
donde guardaba tu pata
y entré a la Internet
donde se realizó la discusión
con tu pata entre los brazos.
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jueves, abril 05, 2012

Federico y Laureano

Cuando estudiaba en la Facultad
compartía con dos amigos
Federico era inteligente y rico
viajaba en automóvil,
era muy popular.
Laureano era hijo del Director
gozaba de becas
y de privilegios.
Ambos concluyeron sus estudios
yo me quedé en el camino
tuve que trabajar día y noche
para recuperar mis asignaturas.
Mis amigos concluyeron un posgrado
entonces me propuse alcanzarlos
me embarqué en una difícil travesía
con un mar salvaje y un tiempo muy duro
terminé el posgrado y busqué algún empleo
pero ahora me entero,
Federico se mató en un accidente
al volcar su automóvil
estaba desempleado.
Laureano cometió suicidio
no se sabe aún por qué
observo ahora esta vieja fotografía
donde los tres sonriendo
compartíamos juntos.


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lunes, abril 02, 2012

El holograma

Desde que soy un holograma
tus labios me atraviesan
me acomodo en tu boca
te metes en mi boca
estoy contigo y
estoy solo
te acuestas con un poeta
y lo besas
da igual si me largo
un automóvil atraviesa
le pregunto
si puede llevar un holograma
me deja en la cafetería
ahora tú haces el amor
yo bebo café para hologramas
de pronto alguien
descubre mi presencia
"no se alarme"
-lo tranquiliza un empleado
en las noches de repente
algunos fantasmas aparecen.
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La vida infinita

La vida es infinita.
Desde que venimos al mundo
nuestras decisiones influyen
en todos los humanos
que rodean la existencia
ellos son los hologramas
que rodean tu vida infinita
y todo lo que existe
pasado, presente y futuro
es solo tu propia energía
cuando mueres
emerges en otro holograma
complemento de tu vida
todos somos hologramas
la existencia es una colección
de fantasmas disjuntos
y mezclados,
la vida es infinita.
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domingo, abril 01, 2012

No puedo contar contigo

Sé que si necesito hablar con alguien
padecer tus abrazos de tarántula devoradora
comerme tus deseos en mis deseos
o descansar contigo en un sofá
estirando mi brazo en derredor
de tus pequeños hombros
sé que no puedo
sé que no puedo
no puedo ni decirlo
sé que no puedo contar contigo.
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