domingo, mayo 01, 2011

Bajos instintos

"Desde Hitler no veía a la gente tan
contenta por la muerte de alguien"
-Periódico Marca, España.

Estaba un día observando en las noticias
la felicidad del presidente de otro país
al anunciar la muerte de uno de los enemigos
cuando sonó el timbre en la puerta.

Bajé en calzoncillos y encontré a un maleante
con el rostro enrojecido, "solo he venido por la
cuota mensual, no deseaba despertarlo" -dijo.

"No se preocupe" -respondí,
"en realidad esperaba su venida,
quiero viajar a otra ciudad y
desearía tener algún salvoconducto."

El cobrador respondió amablemente:
"puede pasar hoy mismo al palacio de gobierno,
ahora contamos con una ventanilla".

El hombrecillo se retiró silbando distraído
mientras yo acomodaba los calzoncillos
para esconder los instintos bajos.
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1 comentario:

Pedro Casas Serra dijo...

Lo he encontrado muy acertado, Edgar.

Un abrazo.